• La entidad avanza, como tenía previsto, hacia la normalidad económica y financiera.
  • La crisis bancaria ha sido especialmente dura para Caixabank por la 'digestión' de entidades al borde de ruina.
  • Está logrando algo para otros difícil: mantener el crecimiento de los márgenes de intereses y de explotación.
  • La leve mejoría en morosidad supone una reducción en 1.352 millones de los activos dudosos.
  • Un buen dato para la 'economía real': concedió 80.990 millones en créditos el último año.

Hace unos meses, allí por septiembre pasado, en el análisis de los resultados de Caixabank del tercer trimestre, empezamos a vislumbrar la clara trayectoria de la entidad que preside Isidre Fainé (en la imagen) hacia la normalidad económica y financiera. A fecha de hoy la presentación de los datos referidos al primer trimestre de 2014, la progresión lenta pero al parecer consolidada está dando la razón a los planes de Caixabank.

Cabe recordar que esta crisis bancaria de la que parece estamos empezando a dar síntomas de recuperación a fuerza de transfusiones de ayudas públicas, ha sido especialmente dura para entidades como Caixabank, no precisamente por deméritos de su gestión, que no es el caso, si no por la pesada "digestión" de los escombros de la debacle financiera que en forma de entidades al borde de la más absoluta ruina ha tenido que absorber para evitar el descrédito de nuestro sistema financiero en los mercados internacionales.

Caixabank está consiguiendo de una forma constante algo que para una parte de nuestro sistema financiero le está resultando especialmente difícil, mantener el crecimiento de los márgenes de intereses y de explotación. En algunos casos como el margen de intereses, el crecimiento es mínimo 0,1%, pero es un crecimiento constante en los últimos meses, mejor el comportamiento del margen bruto 4,3%, sobre todo gracias a un gran éxito en la gestión de costes, que se han visto reducidos en un 22,5% en relación con el mismo periodo del 2013.

Así llegamos a una cifra que puede resultar un tanto engañosa en el análisis de la sociedad, y es el resultado  del ejercicio 152 millones de euros, un 54,3% menos que en 2013 que llegó a los 334 millones de euros como consecuencia de la activación de las bases imponibles negativas resultantes de la diferencia negativa de consolidación del Banco de Valencia.

En otros aspectos la progresión continúa de igual forma: se reducen mínimamente el ratio de morosidad hasta el 11,36%, lo que supone una reducción en 1.352 millones de euros de los activos dudosos. Los inmuebles en stock comercializados ascienden a 630 millones de euros, un 71,1% más que el mismo periodo de 2013, una excelente liquidez de 32.237 millones de euros que ha permitido a la entidad devolver 25.084 millones de euros al BCE.

Pero lo más importante para la "economía real" es el dato de la concesión de 80.990 millones de euros en créditos en los últimos 12 meses, la firma de diversos convenios de financiación que en estos primeros meses del 2014 suponen la apertura de nuevas líneas de financiación por más de 8.500 millones de euros.

Buenas noticias que esperemos se sigan consolidando de tal forma que acabe fluyendo el dinero a la economía real en lugar de quedarse escondido en las faldas de la deuda pública.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com