Cine dentro del cine o, mejor dicho, una mirada sarcástica al mundillo de Hollywood, eso es lo que ofrece Algo pasa en Hollywood.
Un productor famoso de Hollywood vive sus horas bajas cuando su vida profesional y personal se complica por momentos. Para sacar adelante su última película deberá hacer todo tipo de equilibrios: desde contentar a la perfeccionista jefa de los estudios hasta llegar a un acuerdo con el extravagante director del largometraje Mientras, su ex mujer (de la que sigue enamorado), intenta rehacer su vida con su guionista
Nadie se libra de la crítica que Barry Levinson lanza a las tripas del mundo del cine. En Algo pasa en Hollywood están retratados y censurados todos: los directores que se creen autores y juegan a estar por encima del bien y del mal; las estrellas que imponen sus caprichos; los dueños de los estudios que buscan, ante todo, la comercialidad de las películas. Incluso, y quizás éste sea el capítulo más simpático de esta comedia, los espectadores cretinos que son más sensibles a la muerte de un animal que a la de otros seres humanos (aquí podríamos incluir a muchos políticos de nuestro país) La película, que cuenta con un insuperable reparto encabezado por Robert de Niro, posee momentos realmente conseguidos pero, sin embargo, no convence, algo falla. No sólo la continúa sensación de haber contemplado el mismo argumento en otras ocasiones sino, quizás, que en un intento de llegar a la comicidad por el camino de la exageración lo que vemos en pantalla resulta tan caricaturesco como irreal. Algo que no sucede en películas de cine dentro del cine como, por ejemplo, La noche americana de François Truffaut.
Para: Los que les gusten las películas que giran alrededor del mundo del cine, aunque se muevan en un terreno algo estrambótico
Un productor famoso de Hollywood vive sus horas bajas cuando su vida profesional y personal se complica por momentos. Para sacar adelante su última película deberá hacer todo tipo de equilibrios: desde contentar a la perfeccionista jefa de los estudios hasta llegar a un acuerdo con el extravagante director del largometraje Mientras, su ex mujer (de la que sigue enamorado), intenta rehacer su vida con su guionista
Nadie se libra de la crítica que Barry Levinson lanza a las tripas del mundo del cine. En Algo pasa en Hollywood están retratados y censurados todos: los directores que se creen autores y juegan a estar por encima del bien y del mal; las estrellas que imponen sus caprichos; los dueños de los estudios que buscan, ante todo, la comercialidad de las películas. Incluso, y quizás éste sea el capítulo más simpático de esta comedia, los espectadores cretinos que son más sensibles a la muerte de un animal que a la de otros seres humanos (aquí podríamos incluir a muchos políticos de nuestro país) La película, que cuenta con un insuperable reparto encabezado por Robert de Niro, posee momentos realmente conseguidos pero, sin embargo, no convence, algo falla. No sólo la continúa sensación de haber contemplado el mismo argumento en otras ocasiones sino, quizás, que en un intento de llegar a la comicidad por el camino de la exageración lo que vemos en pantalla resulta tan caricaturesco como irreal. Algo que no sucede en películas de cine dentro del cine como, por ejemplo, La noche americana de François Truffaut.
Para: Los que les gusten las películas que giran alrededor del mundo del cine, aunque se muevan en un terreno algo estrambótico