Es rico, es famoso, es hortera y, naturalmente, está abrumado por el amor. Por el amor que se inocula a su hijo, vientre de alquiler incluido, porque claro, resulta que el señor John es homosexual y ha tenido que alquilar una mujer para hacer un niño y otra, supongo, para que le preste un óvulo.
Lo cuenta el Hola, y desde que tomaba mermelada en el desayuno jamás había sentido tamaño empalago. Elton (en la imagen) está 'abrumado por el amor'. Uno comprende que el Hola es, ante todo, políticamente correcto. No es que cuente el lado bueno de la vida.
Más bien se inventan una vida, no la vida hipócrita de esos poderosos, sino las hipocresías de los poderosos, que es bien distinto. El poder sólo le teme a dos cosas: a que se acabe y a la transparencia. Por eso, acude a medios como el Hola, donde no hay riesgos. Ahora bien, ¿es preciso ser tan cursi
Para el Hola los principios no existen. Sólo los que están y los que sólo son. Pero de vez en cuando, el Hola podría emitir un juicio de valor, más que nada porque dichos juicios constituyen la muestra de la racionalidad de la especie humana.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com