Las abejas ya son unos insectos muy importantes para la agricultura, además de por la producción de miel, por su labor como polinizadoras, pero unos investigadores canadienses quieren que todavía sean más importantes, ayudando a controlar plagas y enfermedades de los cultivos.
Están llevando a cabo una investigación para utilizar las abejas como vehículos para esparcir agentes de control microbiológicos.
En su estudio, el investigador Shipp del Servicio de investigación agraria de Canadá hizo pasar a las abejas, a su salida de la colmena, a través de una bandeja de agentes de control biológico. Estos se pegaban en sus patas y pelos. A través de la polinización, las abejas iban repartiendo los virus, hongos y bacterias en su destino.
Tanto las abejas como los abejorrros, han distribuido con éxito el hongo Beauveria bassiana entre pimientos dulces de un invernadero y en campos de colza. Este hongo mata a la mosca blanca y a los pulgones, ya que las esporas del hongo se adhieren al cuerpo de éstos, germinando y entrando en su interior hasta llegar a matarlos.
Los investigadores han conseguido con este método, que ha denominado "Bee vectoring" (abeja vectora), reducir la presencia de la enfermedad hasta en un 80%. El gobierno canadiense ha dado el visto bueno a este método.
Para el Ministerio de Agricultura de Canadá, este método tiene muchas ventajas sobre los convencionales, ya que se reduce la cantidad de producto a utilizar, se ahorra en mano de obra, se sustituyen los productos de síntesis por biosanitarios y se puede hacer un tratamiento muy localizado.
Domingo Martínez Madrid