Solbes-Pizarro: Duelo de pedantes

La ciencia más simple del mundo es la economía. Quizás por ellos es pedante, como pedante son los profesores novatos. Respecto a la policía económica, no es ni ciencia, por lo que aún debe vestir sus vergüenzas con más petulancia.

El jueves, el vicepresidente socialista, Pedro Solbes, y el candidato popular Manuel Pizarro, dieron una lección de suficiencia y de cursilería. Pizarro, como si estuviera en el Instituto de analistas, recordó que el diferencial entre el bono alemán y el español había pasado de nada a 25 puntos varios, que, como es sabido, es la terminología del hombre de la calle.

Solbes le superó ampliamente en engolamiento. Dos veces le llamó demagogo, un catastrofista, y en al menos cuatro ocasiones le tildó de ignorante, con expresiones como "se lo han contado mal". Respecto a la prueba del nueve de la ecuanimidad -reconocer algo bueno en el contrario- Solbes se mereció un cero, mientras Pizarro, le felicitó por dos veces por su control del déficit público. Y lo peor: don Pedro imitó a su mentor, Rodríguez Zapatero, un personaje para el cual el diálogo y la tolerancia consisten en llamarte bastardo pero sin levantar la voz. Quizás por ello quien llegó a la Presidencia del Gobierno con el talante por bandera ha conseguido situar a España en Estado de guerra civil fría. O como se decía en mi Asturias natal. "Jodó con estos castellanos: les llamas hijos de p. y se enfadan".

Y es que Solbes es un buen administrador pero un mal gestor. No ganará de más, pero tampoco sabe ingresar. En definitiva, no sirve para tiempos de crisis. Sin embargo, ganó la encuesta encargada por el propio canal A3 TV, pero 10 puntos, algo que no ha podido ocultar la prensa a próxima la PP.

También podía haberle facilitado por la subida el salario mínimo y de las pensiones mínimas -sobre todo de lo primero- del Gobierno ZP. Es lo mejor de la gestión económica socialista. Por supuesto, Solbes no felicitó a Pizarro por ninguna razón. El PP, ya se sabe, no es más que ultraderecha fascista.

Lo peor es el aumento de la presión fiscal. El plano fuerte del programa económico socialista: reducción de los impuestos del IRPF, de sociedades, de sucesiones, patrimonio, los enumeró Pizarro como si se tratara de la lista de los reyes Godos.

Tampoco anduvo fino el ex presidente de Endesa al recordarle al caradura de Solbes que si el precio de la vivienda ya no crece a l10% es porque llevaba muchos 12 años creciendo por encima del 15% y todo tiene un límite.

Por último, también pasó de puntillas sobre la política sectorial más desastrosa de Solbes y ZP: la energética. Solbes, con olímpico desdén le dijo que le contestaría más adelante... y no lo hizo. Lo cierto es que todos los españoles estamos pagando la mentecatez de ZP, que se niega a potenciar la energía más barata y más limpia, la nuclear, mientras todos los españoles, a través de nuestros impuestos, enriquezcamos a los millonarios Entrecanales o a la millonaria Iberdrola, a costa de subvencionar los caros molinillos y las carísimas placas solares.

Fue un duelo de pedantes. Es verdad que Pizarro propuso cosas mientras que Solbes se dedicó a defender sugestión y a insultar y despreciar al contrario -eso sí, en voz baja y sin enervarse-.

Por último, y hasta en un debate económico se puede dejar ver el complejo ideológico en el que vive el centro reformismo del PP, Solbes se atrevió a poner como ejemplo de programas de investigación a las manipulaciones de células madre. Se cuidó muy mucho de añadir el segundo apellidos-embrionarias- pero es igual: Pizarro se calló, porque, no olvidemos que fue el Partido Popular, en concreto su ministra Ana Pastor, quien abrió la caja de Pandora de la utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio. Los socialistas aún más enamorados de la muerte que el PP, lo único que han hecho es ampliar la barbarie. Pero el mérito del inició corresponde al PP. Y Pastor no pierde ocasión para asignarse el papel de pionera.

Eulogio López

Candidato por familia y Vida al Congreso de los Diputados.