La norma enunciada por Cyril Northcote Parkinson establece que la eficacia de un organismo público es inversamente proporcional al número de funcionarios que trabajan en él. Los gastos de personal del Banco de España en 2015 aumentaron un 7,8% respecto a 2014, hasta alcanzar los 228,36 millones de euros, según consta en sus cuentas anuales publicadas este miércoles por la entidad. Es decir, aumentan los gastos de personal justo cuando la mayor parte de sus atribuciones han pasado al Banco Central Europeo. Lo lógico sería, por tanto, que esos gastos disminuyeran. En otras palabras, Luis María Linde hace buena una de las principales leyes de Parkinson: la eficacia de un organismo público es inversamente proporcional al número de funcionarios que trabajan en él. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com