Dirigida con buen pulso por el pamplonés Félix Viscarret, conocido por ser el responsable de la primera parte de serie Patria, como ocurre en la novela de Juan José Millás en la que está basada (Desde la sombra) para disfrutar de este film, con muchos momentos inquietantes e, incluso, sórdidos, hay que involucrarse en esta historia rocambolesca que contiene situaciones totalmente surrealistas, y en ocasiones cómicas, donde el protagonista vive atrapado entre la realidad y el sueño y donde su cordura queda en entredicho.

Tras 20 años de trabajar en la misma empresa, Damián es despedido sin previo aviso lo que provoca en él una reacción violenta que le lleva a escapar corriendo de su jefe y esconderse en un armario que está cargado en una furgoneta. Este mueble antiguo es entregado en casa de Lucía y Fede, un matrimonio de su edad y, desde su escondite, Damián empieza a observar a esta familia, que tiene una hija adolescente, y a acercarse al corazón de Lucía, a sus temores y a sus sueños, involucrándose en su vida y en la de sus seres queridos.

Los deseos de ser otra persona, y vivir una vida diferente, están en el eje de este inquietante thriller psicológico. Una obra llena de situaciones insólitas que habla de las obsesiones ancladas en lo más profundo del ser humano.
Pero este relato también aprovecha para hacer una denuncia clara de los programas “basura“ que, con el objetivo de conseguir una buena audiencia, son capaces de traspasar todos los límites éticos y bucear en la vida íntima de las personas. A este respecto está estupendo Juan Diego Botto, encarnando a ese presentador hipócrita, aparentemente amable, pero totalmente cruel. Lo cierto es que todo el reparto está magnífico, encabezado por un Paco León soberbio en su interpretación del simplón pero oscuro Damián. En el elenco también aparece haciendo un cameo de sí mismo el periodista Iñaki Gabilondo, que representa para el protagonista al periodista honrado y fiable “porque se lo decía su padre”.

Damián entra en la lista  de “voyeur” que hemos visto recientemente en el cine español, como el que interpretaba Javier Gutiérrez en Hogar, de Alex y David  Pastor, o Mientras duermes, de Jaume Balagueró, donde Luis Tosar encarnaba a un peligroso portero de finca que convierte a una joven vecina en el objeto de sus obsesiones. En todas estos thrillers anida el deseo de unos seres crueles que aman lo prohibido y desean a otras personas fuera de su alcance. De ahí que los métodos elegidos por estos individuos resulten tan perturbadores.

El desarrollo de la historia va como en un crecendo musical aumentando gradualmente de fuerza e intensidad en acontecimientos a medida que avanza, al principio todo es más sosegado, a pesar de esa presencia extraña que Lucía cree que es fantasmal, para desembocar en un desenlace inesperado. 

Para: los que les gusten el cine español cuando cuenta con interpretaciones sobresalientes.