Dentro de toda la oferta de cine de terror, la mayoría de cuyas producciones son auténtica morralla, destacan las protagonizadas por el matrimonio Warren, una pareja real especializada en fenómenos sobrenaturales, que fueron ayudados en muchas ocasiones por exorcistas, como ocurre en esta ocasión. Expediente Warren: Obligado por el demonio supone la séptima película de ese “universo", que constituye la franquicia de terror más extensa de la historia. Esa saga incluye las dos primeras películas de "Expediente Warren", así como "Annabelle" y "Annabelle: Creation", "La monja" y "Annabelle vuelve a casa”.

El caso que se narra en esta ocasión es especialmente espeluznante puesto que hablamos de uno de carácter demoniaco al que tuvieron que enfrentarse, cara a cara, Ed y Lorraine Warren. Empieza con la lucha para liberar el alma de un niño, hecho que arrastrará a situaciones peligrosísimas a los seres queridos de ese menor y a los famosos demonólogos. La repercusión y polémica que tuvo este caso judicial  fue enorme debido a que fue la primera vez en la historia de Estados Unidos en la que un sospechoso de asesinato utilizó la posesión demoníaca como defensa. En la prensa también se conoció como el 'Asesinato demoníaco de Brookfield'.

Como en una de sus predecesoras, El caso Enfield, los acontecimientos descritos en este film, ocurridos en el año 1981,  tienen una puesta en escena “vintage” que también es extensible a los efectos visuales, sencillos y con poca utilización de lo digital, que recuerdan a clásicos como El exorcista, incluso los cinéfilos reconocerán una imagen donde se hace un claro homenaje a esa mítica película. No obstante, la historia resulta trepidante, y se sostiene muy bien, debido a que toca temas de calado como la existencia de personas que practican el satanismo, al mismo tiempo que vuelve a incidir en la historia de amor de los Warren, incrementada por su fe sin fisuras. Durante todo el metraje se mantiene el suspense gracias a que no hay minuto en que no ocurra algo inquietante, incrementado en algunos momentos puntuales por un montaje paralelo de secuencias. Es aconsejable llegar pronto a la proyección porque una de las escenas que más enganchan es la de arranque.

Repiten, con la solvencia que les avala tras diez años de interpretar a sus personajes, Vera Farmiga y Patrick Wilson como el matrimonio Warren. En el caso de la esposa, Lorraine, se incide en este thriller más en su faceta de clarividente y detective paranormal que sirvió de ayuda a la policía en  investigaciones misteriosas.

Para: los que les guste analizar las posesiones demoniacas.