- Director
Hugh Hudson - Intérpretes
Antonio Banderas, Golshifteh Farahani, Allegra Allen, Rupert Allen, Irene Escolar - Nacionalidad
España, Francia 2016
ALTAMIRA
"¡Mira, papá! ¡Bueyes pintados!", con esas inocentes palabras, una niña llamada María, hija de un arqueólogo aficionado, Marcelino Sanz de Sautuola, descubría, en el año 1879, las pinturas de las Cuevas de Altamira, consideradas la mayor joya del arte rupestre del mundo.
Su padre, alertado por el cazador Modesto Cubillas, había visitado esas mismas cuevas, por primera vez hacia 1875, pero no se había adentrado tanto como su pequeña, que las encontró en una zona con una exigua altura de techo. A partir de este momento, Marcelino publicó en el 1.880 el hallazgo en el folleto "Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la Provincia de Santander", atribuyendo las pinturas al periodo paleolítico de la Prehistoria, algo que provocó una gran polémica entre sus contemporáneos...
Todos estos acontecimientos son narrados en Altamira, una coproducción protagonizada por Antonio Banderas. El problema estriba en que están plasmados de forma muy poco emocionante por lo que se ha intentado provocar un conflicto describiendo la tensión que este hallazgo provocó tanto entre la comunidad científica como en alguna autoridad religiosa de la época. Eso sí, asombra que, en este tema, se hayan cargado más las "tintas" en un monseñor bastante histriónico encarnado por Rupert Everett que en quien, realmente, fueron cerrilmente opuestos a aceptar el análisis de Marcelino: incrédulos prehistoriadores muy respetados en aquellos años como el francés E. de Cartailhac, quien años más tarde rectificó. Es decir, toda la película se intenta basar en un enfrentamiento entre ciencia y religión, no demasiado bien resuelto.
Ese poco "fuelle" en casi todo el desarrollo de la trama no acaba de convencer, a pesar del intento de que así lo fuera al haber confiado la dirección a un famoso director como Hugh Hudson, muy recordado por Carros de fuego y a fichar a un reparto internacional (por cierto, alucinante que una actriz iraní muy bella pero con físico árabe encarne a la mujer del protagonista).
Rodada en parajes naturales de Santander, la anécdota de esta película es que ha sido producida, entre otros, por una prima de Ana Patricia Botín, llamada Lucrecia Botín, tataranieta de la hija de Marcelino que se topó, sin pretenderlo, con esas coloristas pinturas de bisontes al galope.
Para: Los que tengan interés en conocer la Historia del hallazgo de Altamira y no les importe contemplar una disputa impostada en esta película entre ciencia y religión
Juana Samanes