La principal profanación eucarística de hoy en día es comulgar sin confesar. No hay confesiones suficientes
Jesús:
18-VII-2012
Comulgar sin confesar. He aquí otra profanación de mi Eucaristía.
Pueden comulgar pero no confesarse.
Se me profana con las malas palabras, con los malos vestidos, con los malos hábitos. Y cuando haya llegado al máximo la Abominación, Yo me iré, dejando paso a la Abominación de la desolación.
Comenzarán a cerrar templos. Todos aquellos que no tengan razón de ser por la falta de afluencia de fieles.
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