Wikipedia se suma a la censura que ya practican Google, Twitter y Facebook
La popular Wikipedia se une a la campaña en contra de la nueva Directiva de la UE sobre derechos de autor, que vota mañana el Parlamento europeo, con el cierre de su plataforma. La echarán de menos todos sus usuarios que al acceder a ese dominio, encontrarán, no información, sino un comunicado contrario a la propuesta de reforma.
El argumento el mismo que esgrimen unas 150 organizaciones de diversos ámbitos: el daño que provocará a una Internet libre y abierta como hoy la conocemos.
La enciclopedia online pide a los eurodiputados, en concreto, que rechacen la propuesta aprobada en junio por la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara, en la misma línea que lo pedía ayer la Asociación de Internautas, para quien esa directiva es “la mayor amenaza a Internet desde su creación” por el canon de pago que impone y la puerta que abre a la censura.
De poco ha servido que los ponentes hayan aclarado a Wikipedia que no le afecta la reforma
De poco han servido a Wikipedia que los ponentes de la nueva directiva hayan aclarado que le afectará, como a otras plataformas similares, y que el objetivo es que los autores en Internet reciban “un pago justo por sus contribuciones”.
Para la Wikipedia, no hay duda de que la reforma fragmentará la Red y “limitará el uso que millones de personas” mediante los filtros de subida automática y autorizaciones que impone y que “sólo las grandes plataformas podrán poner en marcha.”
La enciclopedia virtual carga especialmente contra los dos artículos más polémicos de la propuesta, el 11 y el 13, que restringirán enormemente el acceso a la información y el conocimiento. El primero implica la creación de un canon de pago (o un impuesto de enlace) por el acceso a contenidos con propiedad intelectual. El segundo obliga a los proveedores a filtrar los contenidos que suben a la Red.
Wikipedia critica el primero, en concreto, cuyo objetivo es “proteger a las publicaciones de prensa en lo relativo a los usos digitales” y obligaría a pedir permiso a todos los editores para poder linkar o vincular un artículo de prensa.
De igual modo, el artículo 13, obligaría a la instalación de herramientas de filtrado automático para comparar las aportaciones de sus contribuidores, con todos los defectos que implica dejar en manos de algoritmos decisiones de ese calibre, además del riesgo y peligro de que esas herramientas se sirvan para vigilar a los usuarios, “afectando a la privacidad y la libertad de expresión de quienes habitan la red”.