Unai Sordo y Pepe Álvarez, secretarios generales de CCOO y UGT respectivamente, están convencidos de que el Gobierno subirá el SMI este mismo año, porque “no hay razones” para no hacerlo en un contexto de crecimiento económico en el que estamos, según ellos. Y si no lo hace, amenazan con movilizaciones.

Sordo ha recordado que, ni siquiera el informe del Banco de España fue negativo acerca del SMI -solo dijo que habría provocado la no creación de 180.000 empleos, nada más- y Álvarez ha ido un poco más allá: “Va a ser un elemento muy importante para la creación de empleo”, ha afirmado durante el curso ‘La economía de la pandemia’, organizado por la APIE en la UIMP, en Santander.

Mucho han hablado de pensiones y del acuerdo con el Gobierno, que está prácticamente cerrado y que firmarán la semana que viene. Eso significa, como han confirmado, que se deroga el factor de sostenibilidad y que se revalorizarán automáticamente con el IPC. Y Bruselas, ¿no tiene algo que decir, no porque le interese cuánto cobran los jubilados españoles, sino porque no están dispuestos a asumir el déficit provocado por las pensiones de los españoles? Según Sordo, no. “No es verdad que haya una condicionalidad” para los fondos europeos, como en 2015, ha asegurado. Cierto, los fondos no están directamente condicionados, pero Europa sí exige reducir el déficit y, sobre todo, no incurrir en déficit estructural excesivo. Y la revalorización de las pensiones con el IPC puede llegar a serlo si el repunte de la inflación deja de ser temporal.

Es la trampa de la condicionalidad de los fondos: Bruselas no pone condiciones a esos fondos, sino que directamente exige una serie de cosas como, por ejemplo, reducir las pensiones -alargar la edad de jubilación es una manera de hacerlo- y mantener la reforma laboral del PP.

Como colofón, el apoyo cerrado de los líderes de CCOO y UGT a Antonio Garamendi, que este miércoles ha reconocido en la asamblea de la CEOE que ha vivido la peor semana de su vida. Para Álvarez, lo que ha pasado con Garamendi ha sido un “linchamiento indigno” y de una “indecencia absoluta”.

Sr. Garamendi: si al presidente de la CEOE le aplauden el Gobierno socio-podemita y los sindicatos, es que algo va mal. Piénselo.