• Las dos partes apelan a los acuerdos de Minsk para reivindicar la ciudad que une Donetsk y Lugansk, y en la que los rebeldes rodean a soldados ucranianos desde antes del alto el fuego.
  • Además, dos civiles murieron en un bombardeo poco después de la entrada en vigor de la tregua, en Popasna, la región de Lugansk.
  • No obstante, el presidente ruso, Vladimir Putin, sus homólogos ucranianos, Petro Poroshenko, y francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, tuvieron una charla telefónica y comprobaron que el respeto del alto el fuego "es globalmente satisfactorio".
  • "Necesitamos trabajar con empeño para que el alto el fuego sea duradero sin asistir a las violaciones que vemos hoy", aseguró el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores Pavlo Klimkin. 
Como se sabe, este domingo comenzaba un alto el fuego en Ucrania, entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos del este del país. Pero al día siguiente, o sea este lunes, ha tropezado en la estratégica población de Debaltseve, que une Donetsk y Lugansk. Es ahí donde aparece el primer foco de tensión y de discordia. Los separatistas habían ofrecido a Kiev la posibilidad de que salieran del enclave los militares, rodeados por las milicias rebeldes. Eso sí, siempre que entreguen las armas. Pues bien, el Ejército ucraniano ha dicho que no, que esa población es suya, de acuerdo con el acuerdo de alto el fuego firmado en Minsk. Y los separatistas han rechazado el alto el fuego en la localidad por el mismo motivo: porque consideran también les corresponde según el mismo acuerdo.

El acuerdo logrado el jueves en Minsk tras una noche de negociaciones entre los dirigentes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia prevé que Kiev y los rebeldes comiencen a retirar sus armas pesadas de la línea del frente dos días después de la entrada en vigor del alto el fuego. Pues bien: de las informaciones que han trascendido se colige que la tregua se ha respetado en general, pero no la ciudad de Debaltseve.

"Grupos armados apuntaron a nuestras tropas en 60 ocasiones con todo tipos de armas, incluidos [lanzacohetes múltiples] Grad", declaró un portavoz militar ucraniano, Anatoli Stelmakh, que precisó que Debaltseve era "el punto más caliente" desde la entrada en vigor del alto el fuego.

La situación en Debaltseve, como ya ha quedado señalado es el punto de la discordia para la tregua. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ya había afrimado que se consideraría como una violación del acuerdo cualquier intento de los soldados ucranianos de salir de la localidad, en la que se encuentran rodeados.

Además, dos civiles murieron en un bombardeo poco después de la entrada en vigor del alto el fuego, en Popasna, la región de Lugansk. Kiev culpó a un grupo de insurgentes cosacos, que no obedecen la orden de alto el fuego dada por el mando rebelde.

El presidente ruso, Vladimir Putin, sus homólogos ucranianos, Petro Poroshenko, y francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, tuvieron una charla telefónica y comprobaron que el respeto del alto el fuego "es globalmente satisfactorio, a pesar de incidentes locales que hay que solucionar rápidamente", anunció este domingo la presidencia francesa.

"Necesitamos trabajar con empeño para que el alto el fuego sea duradero sin asistir a las violaciones que vemos hoy", aseguró el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores Pavlo Klimkin, que lamentó "la responsabilidad política y moral" de las autoridades separatistas en esas violaciones.

La tregua acordada el jueves entre el gobierno prooccidental de Kiev y los insurgentes separatistas en Minsk es la primera etapa de un plan de paz para acabar con un conflicto que ha dejado más de 5.500 muertos en diez meses en el este ucraniano.  

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com