• Los conocidos como los 'tabacaleros' tienen puesta ahí su esperanza.
  • César Alierta se va en pleno interregno de Gobierno. Así queda claro que nadie le obliga a hacerlo.
  • Eso sí, mete presión a Francisco González (BBVA): también él fue nombrado por el PP como presidente de una privatizada.
  • Simplemente, no se sentía con fuerzas para continuar y ha optado por nombrar presidente a Pallete… sin pasar por el cargo de Ceo.
  • Es cierto que algunos consejeros habían pedido que nombrara Ceo a Pallete, pero su prestigio era absoluto.
  • Pero hay directivos que quedan en fuera de juego.
  • Y Pallete esperará a julio para hacer cambios en profundidad.
César Alierta se va porque quiere, nadie le ha forzado. Deja como sucesor a quien él lanzó y quien él deseaba como sucesor: José María Álvarez-Pallete (ambos en la imagen). Ojo, le nombró Ceo pero no Ceo, es decir, Alierta ha mantenido hasta el último minuto sus potestades ejecutivas. Además Alierta ha aprovechado el interregno de Gobierno para demostrar que nadie le fuerza a marcharse: se va porque quiere y porque anímicamente no se encuentra con ganas de continuar. Se dedicará a la responsabilidad social corporativa (RSC), sobre todo a la Fundación Telefónica. Si lo prefieren, a la filantropía. Y eso le gusta. Se va tranquilo y nombra a su sucesor. Hasta ahí, todo correcto. Ahora bien, lo más sorprendente no es eso: lo más sorprendente es que abandona la Presidencia pero se queda en el Consejo. Caramba, eso sí sorprende ¿Te vas de general y te quedas de coronel? Fuentes de Telefónica aseguran que se trata de defender a su gente, porque si bien Alierta y Pallete siempre se han entendido no ha ocurrido lo mismo con los amigos de Alierta… y Pallete. Ahora bien, ese es el problema del zaragozano. Alierta, aplaudible a la hora de defender a sus amigos resulta censurable a la hora de favorecerlos en la compañía. Y ahora, claro, habrá que ver hasta dónde está dispuesto a mantener esa defensa como vocal del Consejo sin condicionar al nuevo presidente. Por su parte, José María Álvarez Pallete hará una revolución en Telefónica pero no mañana por la mañana. Esperará, según fuentes próximas al nuevo presidente, al mes de julio. Y esto afecta tanto al equipo directivo como al Consejo. En cualquier caso, tendrá que decidir esos cambios en un Consejo donde figurará César Alierta. El calendario es este: anunciar los cambios en julio y volver en septiembre con equipo propio. Los llamados 'tabacaleros' no tienen, ahora mismo, un futuro especialmente despejado. ¿Nombres propios? Pues, por ejemplo, Pallete siempre ha advertido a Alierta sobre nombres como el nuevo presidente de Telefónica Vídeo, Luis Blasco, amigo personal, o no siempre ha estado de acuerdo con el responsable jurídico Sánchez de Lerín o, mucho menos, con los consejeros Santiago Fernández Valbuena o Eva Castillo, o con el responsable de Seguridad, Florencio Sanagapito. Eso sí, en los últimos meses mejoraron mucho sus relaciones con el presidente de Telefónica de España, Luis Miguel Gilpérez, el hombre de la convergencia. Dicho de otra forma: Movistar Fusión no fue, inicialmente, del agrado de Pallete, pero luego se convirtió en apóstol de la convergencia… como casi todos los directivos de telecos, dicho sea de paso. Es decir, Gilpérez le cae hoy mucho mejor a Pallete. Ni que decir tiene que la marcha de un hombre de 70 años de edad y su sustitución por otro de 52 mete presión a los presidentes más veteranos del IBEX. Sobre todo a aquellos que, como Alierta, fueron nombrados por el PP de Aznar, hacedor de la privatización del último 25% de las grandes empresas públicas. Por ejemplo, Francisco González, presidente del BBVA. Por lo demás el balance de César Alierta en Telefónica ha sido de notable. Deja a Pallete la tarea de jugar fuerte en el proceso de concentración que se vive en Europa, con una deuda nada desdeñable. Pero lo que sí es cierto es que hoy Telefónica es mucho más que cuando Alierta llegó al poder. Deja, además, a un hombre que siempre le ha sido fiel y que siempre le ha dejado el protagonismo a su jefe directo. Como dijera en cierta ocasión: yo soy como San Pancracio; cuando me sacan, salgo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com