• Y Pallete continuará como consejero delegado… que no Ceo.
  • La cuarta Plataforma. Ya existe la solución técnica para que los Google dejen de aprovecharse de la propiedad intelectual ajena.
  • La salida del Reino Unido de la Unión es mala para los británicos, para los demás no.
El presidente de Telefónica, César Alierta, entra fuerte en la presentación de los resultados de la compañía durante 2013, acto que tuvo lugar en la mañana del viernes. Introduce a José María Álvarez-Pallete como consejero delegado de la compañía. Ojo, no como Ceo. ¿No es lo mismo? Pues no exactamente. Todo depende de si el presidente es ejecutivo o no lo es y a qué se llama ejecutivo en cada país y en cada compañía. Alierta es presidente ejecutivo y Ceo de Telefónica, pero a José María Álvarez-Pallete, el candidato más conspicuo a sucederle en el cargo, le nombra consejero delegado. Es decir, que Pallete no es el primero sino el segundo ejecutivo. Y todo esto es bello e instructivo porque el caso es que durante los últimos meses, César Alierta, quien ha pasado un año difícil, se planteó seriamente dejar de ser un presidente ejecutivo, aunque manteniendo la Presidencia del Consejo. En ese caso, Pallete hubiera sido elevado a Ceo pero, al final, Alierta se volvió atrás. Y aunque en el Consejo ya se le ha avisado que debería plantear su sucesión, lo cierto es que se siente con fuerzas para seguir y no hay vocal que discuta nada al hombre con el que hoy se identifica a Telefónica en todo el mundo. Además, los resultados 2015, sin ser maravillosos, que no lo son, sí que han situado a la compañía en posición de rentabilizar la trasmisión de datos, clave del negocio futuro. Incluso empieza rentabilizar el vídeo, aunque eso es mucho más lento. Y por último, Alierta no se quiere perder la oportunidad de liderar una empresa que ahora sí, empieza a salir del túnel: "la digitalización lo va a cambiar todo", asegura. Habla como un enamorado del futuro y nos advierte que es la hora de tres elementos: el big data, el 5G "que multiplicará por 50 y hasta por 100 la capital del 3G" y el Internet de las cosas, nada menos que "en 2020 más de 50.000 millones de cosas conectadas". Y entonces es cuando suelta la bomba: Él no pronunció el nombre, pero en el Distrito C, sede de Telefónica, le llaman "la cuarta plataforma". Ya saben, tres niveles de telecomunicaciones: redes, para conectar, productos y servicios, alta velocidad con nuevos servicios de mayor valor añadido y… "la cuarta plataforma", dentro del universo Big Data -término demasiado amplio para significar algo, pero que se concreta en algo muy simple: ya existe la herramienta técnica -Telefónica la tiene- para que las OTT, las empresas de Internet, los Google, dejan de aprovecharse "del trabajo de los demás", esto es, "de la propiedad intelectual" de la gente. Algo así como "mi información es mía" y, además, atención, "la rentabilizo yo, no Facebook". Es el arma definitiva contra los Google. La cuarta plataforma: la que te permite cerrar tu privacidad y ofrecer la información sobre tu persona sólo a quien desees o dispongas. Telefónica la pondrá al servicio de sus clientes. Pallete ofrece un ejemplo muy concreto: si tú posees el control de tu información y no quieres que UBER te localice podrás cerrar el acceso a UBER. Alierta lo traduce al periodismo: sin citar, alude a que Google se aprovecha del trabajo de los periodistas, dado que no crea, copia y luego utiliza lo copiado para vender publicidad. Pues bien, la cuarta plataforma permitirá evitar esto. Yo podrá evitar que Google recoja mi información. Y Alierta concluye con dos afirmaciones rotundas: Telefónica ya posee esta herramienta y, además, no supondrá un sobre coste añadido para el consumidor. Por lo demás, otra andanada a los Google: ¿Quién debe tener acceso a todos los datos: los que creáis, los que invertimos o los que no invierten y se aprovechan de la propiedad intelectual de los demás? Y le pone fecha: este sistema llegará a Europa en "la segunda parte del año". ¡Tiembla Google! Y la verdad ojalá Google tiemble. Así, de paso "que cada uno se lleve lo que le toca en la cadena de valor". Más cosas. Telefónica es líder en España, Alemania y Brasil. Alierta es hombre de bolsa: no entiende por qué la bolsa le maltrata. Es verdad que el viernes le recibió de uñas. Por dos cosas: la deuda sigue siendo elevada pero, también… por los Google. En el mercado ha cundido el fatalismo de que nada se puede hacer frente al negocio de jetadura de las OTT. Es injusto pero inevitable, piensan los analistas. Ya saben: el que vale, vale; el que no, analista financiero. Esperemos que el cuarto protocolo, perdón, la cuarta plataforma, termine con ambas cosas: con el destrozo de la intimidad y con el robo de la propiedad intelectual ajena. Porque, independientemente de quien gane la batalla, lo cierto es que las  telecos tienen razón; los Google son unos aprovechados: negocios donde invierten poco, crean pocos puestos de trabajo, y ganan mucho… a costa de los demás. Por cierto, "la salida del Reino Unido de la Unión es mala para los británicos, para los demás no". Alierta se niega a hablar de política nacional. Pero cuando se explaya con los anglosajones (esos señores que "se creen mejores de lo que son, al revés que nosotros, que nos subestimamos"). Eulogio López eulogio@hispanidad.com