Sociedad Civil Catalana (SCC) ha colocado en las principales entradas a Barcelona un cartel en el que se puede ver la tradicional figura de los beles catalanes, el ‘Caganer’, bajo el lema: ‘El procés, la gran cagada. ¡Paremos la decadencia!’.

En un tuit que alude a su nueva campaña, Sociedad Civil Catalana ha explicado: “Activistas de SCC colocan de madrugada un caganer gigante en los principales puentes de Barcelona para denunciar el error del Procés y la oportunidad de dejar atrás la década perdida. #LaGranCagada”.

Según el comunicado de Sociedad Civil Catalana, el proceso separatista "ha sido un fracaso político, económico, social y cultural para todos los catalanes; una vía directa hacia la decadencia

Y en otro tuit, Sociedad Civil Catalana añade: "Sigue obsesionado @gabrielrufian con las manifestaciones históricas de @Societatcc. Le interesará nuestra campaña de hoy. Aunque, para él, el Procés no ha sido un desastre, como para la mayoría. Para él y la élite extractiva nacionalista ha sido la gallina de los huevos de oro".

Según el comunicado de Sociedad Civil Catalana, el proceso separatista "ha sido un fracaso político, económico, social y cultural para todos los catalanes; una vía directa hacia la decadencia". "La estrategia de ruptura ha supuesto un camino tóxico y un grave error que ahora tenemos la ocasión de rectificar”.

El comunicado añade que, además de fracturar la sociedad catalana, el ‘procés’ ha provocado una fuga masiva de empresas que ha empobrecido la economía de los ciudadanos de Cataluña y ahuyentado la inversión extranjera. SCC baraja las siguientes cifras: 7.631 empresas han salido de Cataluña entre 2008 y 2019 mientras que la inversión extranjera entre 2010 y 2019 ha sido de 30.866 millones de euros en Cataluña y de 104.443 millones de euros de Madrid.

Sociedad Civil se ampara en una encuesta propia elaborada por Gad3 para advertir de que un 67,2% de la población de Cataluña considera que el ‘procés’ ha perjudicado la economía de la región, el 65,1% cree que ha deteriorado la imagen de Cataluña y más de la mitad (57,1%) considera que la deriva independentista ha dañado a las instituciones del autogobierno.