- García Vallina, segunda fortuna del Principado, se convierte en segundo accionista, al elevar su participación del 5,53% al 9,9%.
- Comparte aventura con Félix Revuelta, presidente de Naturhouse: controla el 10,3% y salvó a Sniace al acudir a la ampliación.
- La empresa cántabra sube en bolsa más del 5%, pero, ojo, acumula unas ganancias del 60% en el año.
- El caso de Sniace es paradigmático: volvió a cotizar en marzo, pero en una crisis permanente desde 2013.
Algo se mueve en la cántabra
Sniace, uno de los casos más paradigmáticos de la crisis en la que han entrado en los últimos años las
empresas dedicadas al papel y a la
celulosa en España. Hay más ejemplos, como
Ence e
Iberpapel, pero con desenlaces desiguales asegurada la supervivencia.
Es viernes, sabemos que el presidente de la ingeniería asturiana
TSK,
Sabino García Vallina (
en la imagen), ha aumentado participación en la química del 5,53% al 9,9%, operación que le convierte en segundo accionista del grupo después de
Félix Revuelta, presidente de
Naturhouse, que controla el 10,31%.
En un paso más, positivo, dentro del
naufragio que amenaza a
Sniace, en un
sinvivir desde hace tres años por sus dificultades financieras -en 2013 dejó de cotizar en bolsa tras presentar el
concurso voluntario de acreedores-
con una deuda de 150 millones.
Tras
superarlo, en septiembre del año pasado, volvió a cotizar, en marzo, en el
mercado continuo y, asómbrense, acumula una revalorización del 60% desde entonces. Un paso de la amenaza permanente de
liquidación a la esperanza.
Es el contexto en el que se produce la apuesta de García Vallina, y de Félix Revuelta. Son dos empresarios reconocidos y decididos, parece, para sacar
Sniace de la ruina.
García Vallina es, tras los
Masaveu, la segunda fortuna de
Asturias, donde ha recibido recientemente, en junio, el
premio Ingeniero del Año, patrocinado, entre otros, por la
Caja Rural. Reconocían así su labor técnica y de gestión al frente de TSK.
El segundo,
Revuelta, fue el artífice de la salvación
in extremis de la papelera, al acudir a la
ampliación de capital. Puso tres de los 15,6 necesario para reabrir la factoría de Torrelavega. También tiene una participación importante (7,11%) el empresario cántabro
José Luis Fernández Martínez.
Pero en Sniace no han terminado los problemas laborales (está envuelta en permanentes conflictos por los expedientes temporales de empleo), ni se ha solucionado la deuda con Hacienda y otras cuestiones a las que obliga una dura reestructuración.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com