- El hijo del presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas Llanas, crea Tauro Broadcast... con 'tecnología Roures'.
- Es decir, un monopolio en la gestión de derechos de retrasmisión televisiva de las corridas de toros.
- En definitiva, se trata de comprar los derechos de los mejores ganaderos y toreros para luego revenderlos.
- Por ejemplo, al canal de toros de Telefónica, hoy abandonado tras la marcha de Manolo Molés.
Javier Tebas Medrano (Liga de Fútbol Profesional LFP) y
Jaume Roures, de Mediapro, el 'dúo dinámico', creó el monopolio de la intermediación de derechos en el mundo del fútbol. Con ello, Roures sacó a Mediapro del abismo
y se ha vuelto a hacer multimillonario.
Pues bien, el mismo dúo, pero ahora con el hijo de Tebas como protagonista -Javier Tebas Llanas- ha creado
Tauro Broadcast... con 'tecnología Roures'. Es decir, un monopolio en la gestión de los derechos de retransmisión televisiva de las corridas de toros.
El negocio es tan prometedor como sencillo, al menos en su planteamiento. Se trata de comprar los derechos de los mejores ganaderos y toreros para luego revenderlos. Hablamos de los protagonistas de la tauromaquia, esto es, de los
Miura, Victorino Martín, Fuente Ymbro, Jandilla, etc. y de toreros como José Tomás, Alejandro Talavante, El Juli, Morante de la Puebra, El Fandi...
Y una vez firmados los contratos llega la fase decisiva del negocio:
revender esos derechos al mejor postor. ¿Y quién podría entrar en la puja? Por ejemplo,
Toros TV, el canal taurino de Movistar, que se incluye en el
paquete de contenidos premium.
Lo cierto es que desde la marcha de
Manolo Molés, Movistar ha dejado de negociar con las principales plazas taurinas y Toros TV se ha quedado un tanto descolgado. A partir de ahora pasará como con
Bein Sports: si Movistar quiere retransmitir las principales ferias taurinas -por ejemplo, San Isidro-, primero tendrá que pasar por el despacho de
Tebas Jr.
Ciertamente, los toros no tienen el mismo tirón que el fútbol, pero el 'dúo dináminco' ha visto que tiene muchas posibilidades y
ya está pensando en exportar el negocio a Iberoamérica.
Porque la afición a la
tauromaquia no ha muerto ni mucho menos, a pesar del imperio de lo políticamente correcto.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com