- Al Sabadell le ha salido mejor comprar un banco bueno que comprar bancos malos con ayudas.
- Lo mejor, la calidad del crecimiento de los márgenes.
- Una de las claves es la reducción de costes mediante una reducción de plantilla y oficinas constante.
Buenos resultados nos presenta el Grupo Sabadell al cierre del tercer trimestre de este año: 914 millones de euros, que representan un 36,7% más que en igual periodo del año anterior.
Es cierto que
ese crecimiento se ha debido de manera muy acusada a lo que los pedantes llaman crecimiento inorgánico, es decir, a la incorporación de nuevas compañías al grupo y, en concreto
a la del banco inglés TSB. Si excluimos, sin embargo, a este último, para hallar el crecimiento orgánico,
el aumento de los beneficios es de un nada despreciable 8%, para igual comparación temporal, y ascienden, los beneficios, a 664 millones de euros a 30 de septiembre,
antes de impuestos.
El resto de la comparativa, la haremos con este último parámetro. Ex – TSB, porque es la única manera correcta de medir en este primer año con el banco inglés dentro del
perímetro de consolidación, el desempeño de los actuales gestores en los nueve primeros meses de 2016
y compararlo con el del mismo periodo de 2015.
Lo mejor, con todo, no es el crecimiento del beneficio sino la calidad del crecimiento:
el margen de intereses sube casi un 6%, y es con este margen con el que básicamente se absorben el resto de
gastos en un grupo bancario y las tan temidas provisiones por
impagos y morosidad. Y las provisiones ya comienzan a decaer con fuerza:
842 millones de euros menos en estos primeros nueves meses de 2016 que en los de 2015 o una reducción del esfuerzo de
asunción de pérdidas del 43% por el crédito otorgado. Entre medias del margen de intereses y el gasto por provisiones
tenemos dos capítulos en la cuenta de resultados con comportamiento variopinto.
Por orden inverso, comenzamos con el segundo:
los gastos generales y de personal. Están claramente contenidos, congelados, como corresponde a la reestructuración sin prisa pero sin pausa, ordenada a diferencia de las que hace el
Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, que lleva la parte no auxiliada del sector bancario.
Seguimos con el primero que explica porque a pesar del crecimiento del margen de intereses ( 112 millones de euros)
y la reducción del esfuerzo en nuevas provisiones (-842 millones de euros), el beneficio antes de impuestos crece "sólo" en 50 millones de euros (el 8% del que hablábamos al principio o cae después de impuestos en 69 millones (-12,7%). Básicamente,
tres partidas lo explican: una reducción de los resultados de operaciones financieras y tipos de cambio de 678 millones de euros
, este año Sabadell no ha podido como en años anteriores reconocer beneficios por la adquisición de nuevas compañías por debajo de su valor en libros, lo que el año pasado le produjo un beneficio de 207 millones de euros de los que no ha disfrutado este año, y, por último,
la factura del Sr. Montoro que ha ascendido hasta la fecha a 117 millones de euros más.
Merecen la atención estos dos últimos conceptos. El
Grupo Sabadell ha venido en los últimos años adquiriendo entidades con problemas por las que ha pagado precios de derribo
que le han permitido contabilizar beneficios por el simple acto de compra. El caso más significativo fue
la adquisición de la CAM en su momento. Esto tenía que acabarse, además de que es un atípico y
luego queda la tarea de poner a producir lo adquirido que es el verdadero objetivo de la compra. Luego están los impuestos. El fuerte deterioro de los balances bancarios
y las operaciones de adquisición de entidades con problemas, han reducido mucho en estos años la contribución del sector bancario
a las arcas públicas y, si como parece, todo va mejor…también va mejor para Hacienda.
Buenos resultados y de calidad, que parece mostrar que todos los activos bancarios que se han incorporado al Grupo Sabadell están ahora en buenas manos.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com