• Líbano ha recibido en 4 años una cantidad de refugiados equivalente a casi la mitad de su población: más de dos millones de refugiados para una población de 4,5 millones.
  • Mientras, Europa no se pone de acuerdo para acoger a 120.000 refugiados.
  • Según Paul Karam, director de Cáritas Líbano, para frenar el flujo de los refugiados el problema es uno solo: "Resolver la cuestión de la guerra en Siria".
Seguimos con la peor crisis de refugiados desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, desencadenada por la guerra de Siria y por la inestabilidad en Oriente Medio y el norte de África. Una inestabilidad y una crisis en gran parte originadas por las atrocidades de los yihadistas del Estado Islámico. Recordemos que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentó recientemente la propuesta de que los Veintiocho de la UE distribuyan obligatoriamente a 120.000 refugiados llegados a Hungría, Grecia e Italia. Esta cifra se sumará a los 40.000 de la propuesta de mayo, con lo que la UE acogerá a 160.000 personas en dos años, aunque Juncker no ha precisado el porcentaje que deberá acoger cada Estado. Pero los ministros de Interior de la UE no lograron ayer un acuerdo para dar un respaldo político unánime al reparto de 120.000 refugiados llegados a Hungría, Grecia e Italia que propuso la Comisión Europea por el rechazo de algunos socios al sistema de cuotas y al carácter obligatorio de la medida, por lo que aplazaron la decisión a su próxima reunión del 8 de octubre. Lo que hoy queremos destacar es el contraste entre el egoísmo de Europa para acoger a los refugiados y la generosidad de un país como el Líbano. Líbano cerró 2014 con una población de 4.510.301 personas, según datos de macro. En declaraciones recogidas por Asia News, Paul Karam, director de Caritas Líbano, ha destacado que en más de cuatro años, el Líbano hospedó a casi 1,5 millones de refugiados sirios y debe enfrentar los desequilibrios demográficos, económicos, políticos y de seguridad que todo ello comporta. Para él, la comunidad internacional está ante todo indiferente, cerrando los ojos frente a la venta de armas y la financiación de los terroristas. Y también es incapaz de trabajar para el bien común, dejando que cada país se mueva en el tablero de Medio Oriente por sus propios intereses y no por el bien común. "El Líbano tiene más de un millón y medio de refugiados provenientes de Siria. Los registrados son 1,2 millones, pero están también los no registrados. A éstos hay que agregar al menos medio millón de palestinos. Por lo tanto hay casi más de dos millones de refugiados ¡para los 4,5 millones de su población total! Es como si Italia, en vez de 150 mil, debiera hospedar ¡30 millones de prófugos! Líbano está llevando a cabo un gesto realmente heroico recibiendo a todas estas personas, sobre todo si hacemos una comparación con otros países que tiene territorio, posibilidades económicas y demográficas mucho más amplias y ricas", afirma  Karam. Paul Karam añade que para frenar el flujo de los refugiados el problema es uno solo: "resolver la cuestión de la guerra en Siria". Y para encontrar una paz verdadera "que no sea un fracaso desde el inicio" se necesita no excluir a nadie de la mesa de negociaciones, ni siquiera a Bashar Al Assad. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com