- Si el PNV tensa la cuerda, como hizo Urkullu el domingo, podría convocar elecciones… tras el 1-O.
- La amenaza de Urkullu revienta las costuras de Moncloa: no sólo se apunta a la nación y al referéndum: también a reventar los Presupuestos 2018.
- Y ojo: porque el frentepopulismo ha tomado buena nota de las palabras del lehendakari.
- Y al PNV lo mismo le da tener peso con el PP que con el PSOE.
La intervención del lehendakari
Íñigo Urkullu (
en el centro de la imagen, con Sánchez a la derercha y Rajoy a su izquierda), el pasado domingo 24, en Vitoria, ha sentado ligeramente mal en Moncloa. No por sus referencias a un referéndum como los de "Quebec o Escocia", porque eso forma parte del santoral laico del PNV, no por lo de una "Euskadi co-soberana en una Europa Confederal", porque eso forma parte de la muy laica
iconografía nacionalista. Ni tan siquiera porque el culpable de la víspera del 1-O era el Gobierno.
No, lo que realmente ha encabronado a don Mariano ha sido la amenaza, apenas sutil, de Urkullu,
de dedicar todos sus "instrumentos de presión" en favor del derecho a decidir de los catalanes.
Traducido: cuidado, que todavía no te has ganado mis cinco votos, imprescindibles para aprobar los
Presupuestos de 2018.
Bloquear los Presupuestos son palabras mayores.
Además,
Pedro Sánchez, el frentepopulista, y
Pablo Iglesias, han tomado buena nota de la intervención de don Íñigo: si
Rajoy no consigue aprobar los presupuestos para 2018 se podría adelantar la
moción de censura frentepopulista (socialistas, comunistas y separatistas), en la que están embarcados Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y
todos los separatistas que en España han sido.
Y así, la cuestión se convierte en una carrera para convocar elecciones anticipadas en el caso de que
Pedro Sánchez presente la moción. Una carrera de convocatorias.
Vamos, que nunca el kilo de voto vasco se vendió tan caro. Y recuerden:
al PNV lo mismo le da tener peso con el PP que con el PSOE.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com