Decíamos que la burbuja de renovables no deja de crecer en España, es especulativa y es doble: a las numerosas compras y operaciones se suman algunas salidas a bolsa, pero parece que el aluvión se ha enfriado un poco tras el fatídico estreno de Ecoener. Entre la multitud de compañías dedicadas a la energía ‘verde’ que tanto gusta a la vicepresidenta Teresa Ribera están Audax y Soltec, aunque se mueven a desigual ritmo: la primera ha ganado 1,5 millones de euros hasta marzo, un 6% más, mientras la segunda ha tenido unas pérdidas de 4,5 millones, 15 veces superiores.

Audax Renovables es un grupo energético con generación 100% renovable (solar, eólica e hidroeléctrica) que tiene como principal accionista (dueño del 77,136%) y presidente a Francisco José Elías Navarro, quien hace unos meses ha entrado a lo grande en Ezentis convirtiéndose también en su principal accionista. El Ebitda se ha situado en 12,8 millones y la facturación se ha disparado un 45%, a 340 millones, en el primer trimestre por las ventajas de la integración vertical, el giro estratégico y la incorporación de la filial en Hungría. Asimismo, su número de clientes se ha disparado un 48%, a 540.000 puntos de suministro activos, manteniéndose como la primera comercializadora independiente de luz en el segmento pyme en España, y la energía suministrada ha sido de 4,4 teravatios-hora (TWh), un 63% superior a la de hace un año. Además, tiene previsto incorporar una cartera con un pico de 1.942 megavatios (MWp) en proyectos de generación, que supondrán un cambio en la dimensión de sus ingresos.

Por su parte, Soltec Power Holdings sí ha sufrido un mayor impacto de la pandemia del Covid-19 y del incremento del precio de los paneles solares y de las materias primas en el primer trimestre. Se trata de una empresa especializada en equipamientos para fotovoltaicas fundada en 2004 por Rául Morales, que es su CEO y su segundo accionista (19,578%) tras José Francisco Moreno Riquelme (42,275%). La compañía con sede en Molina de Segura (Murcia) y que salió a bolsa a finales del pasado octubre ha reducido a la mitad sus ingresos, que han pasado de 61 millones a 28,4 millones, y ha tenido un Ebitda ajustado negativo de 7,1 millones, empeorando el de hace un año (-2,4 millones). Eso sí, mantiene una sólida posición financiera, con una caja neta de 7,3 millones, y ha confirmado sus previsiones para el conjunto del año.

Eso sí, la reacción en bolsa ha sido un tanto curiosa: los buenos resultados de Audax sólo han aumentado su cotización un 0,7%, mientras las malas cifras de Soltec han recibido un aplauso inicial del 4%, aunque se ha ido relajando al 2%.