• BNP y Deutsche Bank han decidido abandonar el negocio minorista.
  • Las autoridades norteamericanas sólo quieren entidades cuyo negocio sea el crédito a grandes corporaciones y la banca privada.
  • A eso se une una regulación cada vez más extensa y exigente que asfixia cualquier intento de sacar adelante el negocio.
La banca doméstica tal y como la conocemos en España va camino de desaparecer completamente de Estados Unidos. Y no estamos hablando únicamente de la escasa bancarización de la sociedad norteamericana, sino del modelo bancario que caracteriza a buena parte de las entidades europeas y, especialmente, a las españolas. Efectivamente, la banca minorista, la de toda la vida –conceder hipotecas, créditos al consumo a particulares, nóminas, etc- cada vez interesa menos a las autoridades de la primera potencia mundial. Resulta molesta, incluso a la hora de controlarla. Pero no son sólo las autoridades. A los grandes bancos norteamericanos tampoco les interesa. Requiere demasiado esfuerzo y luce menos que las grandes operaciones de banca al por mayor. En otras palabras, en Estados Unidos sólo quieren entidades cuyo negocio pivote sobre dos ejes: créditos a grandes corporaciones y banca privada, o personal, es decir, gestión de patrimonios. Por eso, entidades como el francés BNP o el alemán Deutsche Bank, han decidido abandonar el negocio minorista. En la misma línea, los grandes bancos norteamericanos como JP Morgan Chase y Citigroup han ido relegando su actividad doméstica a la vez que han ido potenciando las áreas de banca al por mayor y banca de inversión. A todo esto se une una regulación cada vez más extensa y exigente, que no sólo marca las pautas a seguir, sino que, prácticamente, indica a las entidades lo que deben hacer en cada momento. En definitiva, asfixia cualquier intento de sacar adelante el negocio. Resulta llamativo, en cualquier caso, que esa regulación tan estricta y abundante con unos, sea mucho más permisiva con otros actores del sistema financiero como ya lo son Amazon, Apple, Paypal, etc.. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com