- Y lo argumentan: "No hay nada en su campaña o en su registro anterior que nos dé bases para confiar en que, genuinamente, comparte nuestros compromisos con el derecho a la vida, la libertad religiosa y los derechos de conciencia, o reconstruir la cultura del matrimonio o a la subsidiaridad y el principio del gobierno limitado constitucionalmente".
- "Sus llamados a temores y prejuicios raciales y étnicos son ofensivos para cualquier sensibilidad genuinamente católica".
- "Él prometió ordenar al personal del ejército de Estados Unidos torturar sospechosos de terrorismo y matar a las familias de los terroristas, acciones condenadas por la Iglesia y políticas que avergonzarían a nuestro país".
- Por el contrario, Ted Cruz se opone a aborto y al matrimonio gay.
Ayer contamos que el republicano católico
Marco Rubio felicitó a
Donald Trump "por su gran victoria en Florida", y anunció su salida de la carrera presidencial.
Así que quedan tres en la carrera republicana hacia la nominación como candidato a presidente de EEUU. Donald Trump,
Ted Cruz y John Kasich. De ellos, los dos primeros son los que tienen más opciones. Sobre todo Trump.
Si nos fijamos en el respeto a los principios no negociables para un católico, que planteara Benedicto XVI de Ted Cruz y de Donald Trump, el primero desaprueba el aborto, incluso en casos de violación e incesto, según
The Associated Press; y también es contrario al matrimonio gay.
Y en cuanto a Donald Trump,
Aciprensa recoge las opiniones de católicos estadounidenses que recomiendan no votarle, argumentadas en un comunicado.
"Su campaña ya ha llevado a nuestros políticos a nuevos niveles de vulgaridad", dicen en el comunicado. "Sus llamados a temores y prejuicios raciales y étnicos son ofensivos para cualquier sensibilidad genuinamente católica".
"Él prometió ordenar al personal del ejército de Estados Unidos torturar sospechosos de terrorismo y matar a las familias de los terroristas, acciones condenadas por la Iglesia y políticas que avergonzarían a nuestro país".
"Y no hay nada en su campaña o en su registro anterior que nos de bases para confiar en que genuinamente comparte nuestros compromisos con el derecho a la vida, la libertad religiosa y los derechos de conciencia, a reconstruir la cultura del matrimonio o a la subsidiaridad y el principio del gobierno limitado constitucionalmente".
El plan de Trump de deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados contrasta con el repetido llamado de los obispos estadounidenses de una reforma migratoria integral, que enfatice la unidad de la familia e incluya un programa de legalización merecida.
El casino de Trump fue el primero en Atlantic City en tener un club de desnudistas incluido. Y mientras que el precandidato republicano dice que se opone al "matrimonio" homosexual, ha recibido críticas de parte de grupos defensores del matrimonio, que indicaron que en el pasado se ha jactado de tener aventuras amorosas con otras mujeres casadas, y que ha hecho numerosas declaraciones explícitas y degradantes sobre las mujeres.
Además, su propuesta de una prohibición indefinida a permitir musulmanes en los Estados Unidos ha generado seria preocupación de expertos legales, que lo califican de una flagrante violación de la libertad religiosa, poniendo en peligro ese derecho fundamental para otros credos también.
Mientras que Trump dice que es pro-vida, hizo fuertes declaraciones pro-aborto en 1999 y 2000. Pocos meses atrás, dijo que su hermana Maryanne Trump Barry sería una nominada ideal para la Corte Suprema, a pesar de que ella, como juez, derribara la prohibición de abortos de nacimiento parcial en Nueva Jersey.
Stephen White, asociado en el Centro de Ética y Política Pública en Washington D.C., pidió a los católicos no votar por Trump como alternativa a detener a la proaborto Hillary Clinton.
"Una presidencia de Trump sería un desastre para la vida, la familia y la libertad religiosa, y eso antes de que lleguemos a la venenosa xenofobia del Sr. Trump", señaló y agregó que "a Trump no le interesas en lo más mínimo las preocupaciones católicas sobre estos temas".
El comunicado está firmado por más de 30 líderes católicos de Estados Unidos, incluyendo a Robert George, profesor de derecho en la Universidad de Princeton; Mary Rice Hasson, director del Foro de las Mujeres Católicas en el Centro de Ética y Política Pública; y Thomas Farr, director del Proyecto de Libertad Religiosa en la Universidad de Georgetown.
Son contundente sí, aunque hay que aclarar que se trata de líderes católicos ligeramente progres. No tanto como los católicos progres españoles, claro está.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com