El documental '¿Quién quiere morir?' son casi 23 minutos que no tienen desperdicio y quitan la venda de los ojos para descubrir la dramática realidad que nos espera con la eutanasia
La ley de eutanasia se aprobó en España el pasado marzo, como saben, una infamia que se consumó sin que se abriera un verdadero debate al respecto, en la pandemia del Covid-19, y desoyendo a las principales instituciones consultivas y profesionales de la materia. Dicha ley “no es la solución al sufrimiento, es parte del problema”, denigra la dignidad humana y “va a destruir la relación tan bonita médico-paciente”.
Estas son algunas de las opiniones de médicos, investigadores, juristas, académicos, expolíticos y artistas que aparecen en el documental ‘¿Quién quiere morir? No al drama de la eutanasia’ . Lo ha lanzado la Asamblea de Asociaciones por la Vida, la Dignidad y la Libertad, en vísperas de que dicha ley entre en vigor el próximo día 25, y tiene casi 23 minutos de duración que no tienen desperdicio y quitan la venda de los ojos para descubrir la dramática realidad que nos espera. Una ley que van a recurrir PP y Vox ante el Tribunal Constitucional, pero tristemente, hay pocas esperanzas porque ya saben que este tribunal aún no se ha pronunciado sobre el recurso del PP contra la ‘ley Aído’, la ley del aborto que sacó el Gobierno Zapatero en 2010 y que sigue en vigor con un mínimo cambio del Gobierno Rajoy (el consentimiento paterno para menores de 16 años).
“Esto va a ser un gran desastre, porque la gente va a aplicar un acto médico teóricamente para acabar con la vida de un paciente sin saber el alcance ético, moral y profesional que pueda tener”, afirma Álvaro Gándara, jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos de la Fundación Jiménez Díaz
“Esto va a ser un gran desastre, porque la gente va a aplicar un acto médico teóricamente para acabar con la vida de un paciente sin saber el alcance ético, moral y profesional que pueda tener”, afirma Álvaro Gándara, jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Manuel Martínez-Sellés, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Madrid, señala que “va a destruir la relación tan bonita médico-paciente”, en desigualdad en la que “el paciente sabe que el médico siempre va a hacer lo mejor para él, se va a perder esta relación de confianza”.
Mónica López Barahona, investigadora y presidenta de la delegación española de la Fundación Jérôme Lejeune, subraya que parece que nos ponemos una venda en los ojos ante la realidad de que todos vamos a morir, y que “es inherente a la vida humana el sufrir, el dolor y la muerte”. Alfonso del Corral, que fue durante años médico jefe del Real Madrid, añade que “estamos inmersos en una realidad que es el dolor, la enfermedad y la muerte, es una realidad inherente al ser humano, que es trágica, pero que también nos da unos parámetros grandes y saca lo mejor de nosotros mismos”.
Una ley que no es progresista sino populista, que va contra el código deontológico de los médicos y que conduce “a una pendiente resbaladiza de trágicas consecuencias”
Este documental recuerda que “matar es lo contrario de cuidar” y que “el sufrimiento sí se puede aliviar”, por ejemplo, con los cuidados paliativos. “Una sociedad sin cuidados no es una verdadera sociedad”, afirma Luisa González, anestesista en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid. Y el rapero Grilex recuerda que “tener una enfermedad incurable no es sinónimo de incuidable” y que “todo se puede cuidar”.
La eutanasia no es la solución y buena prueba de ello es que sólo cinco países la permiten hasta el momento, a los que ahora se unirá España: Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Canadá y Colombia. ¿Por qué será? Una ley que no es progresista sino populista, que va contra el código deontológico de los médicos y que conduce “a una pendiente resbaladiza de trágicas consecuencias: primero se plantea para enfermos de avanzada edad, luego para enfermos incurables, y hoy se propone ya para todas las personas que así lo deseen”, señala la periodista y escritora Isabel San Sebastián, narradora del documental que va dando paso a las opiniones del resto de participantes. Concluye recomendando la firma de “una declaración de instrucciones y voluntades anticipadas rechazando el encarnizamiento terapéutico y la eutanasia, exigiendo cuidados paliativos y un buen final, con acompañamiento familiar y atención psicológica y si se desea, religiosa, es nuestro derecho”.
Paralelamente, el pasado viernes, se ha estrenado en nuestro país el documental ‘Human Life: la vida siempre vale la pena’. Aquí, diferentes personas (un pintor tetrapléjico, el fundador de un hogar para niños abandonados y discapacitados, un surfista que perdió las manos en un accidente, la madre de una niña con síndrome de Down, entre otras), con sus testimonios, recuerdan que la vida siempre es un don y que es un derecho humano que debe ser respetado siempre.