Documental que quiere reivindicar que la vida siempre merece la pena, incluso en las peores circunstancias.  Esto lo quiere demostrar mediante los testimonios de diversas personas dignas de todo elogio. Es el caso  de un pintor tetrapléjico, del fundador de un hogar para niños abandonados y discapacitados, de un surfista que perdió las manos en un accidente, de una ex medallista olímpica que se ofreció como voluntaria en un centro de apoyo para mujeres embarazadas, de la madre de una niña con síndrome de Down, de una superviviente del Holocausto y de otras personas.

Filmado en algunos de los lugares más bellos de Italia, Brasil, Alemania y Estados Unidos, en alrededor de 70 minutos de duración, es complicado no asombrarse, o emocionarse, con algunos de esos relatos que dejan claro la grandeza del hombre enfrentado a la adversidad o firmemente dedicado a vivir para los demás. Imposible explicar el caso de  ese niño al que su madre intento abortar desde el momento de su concepción hasta el último mes de embarazo o el impresionante apoyo que le dio el padre de una candidata a ir a los juegos olímpicos cuando les confesó que estaba embarazada, no tenía ya pareja, y había decidido no abortar. Escuchando a este tipo de gente, es fácil deducir que hay super héroes a nuestro lado y no los conocemos.

El trabajo cuenta con una bella fotografía de  Luis Henrique Marques mientras que la banda sonora, que acompaña poéticamente  a las imágenes,  ha sido compuesta y conducida por el propio director Gustavo Brinholi.

Contextualizando, algunos de los que salen en esta película,  totalmente pro vidas, si fueran españoles con el proyecto de ley que presentó el PSOE el pasado día 21 podrían ir a la cárcel por intentar convencer a madres que quieren abortar de que no lo hagan. La propuesta legislativa española  afecta a los provida que se coloquen en inmediaciones de clínicas de aborto para ofrecer alternativas a las mujeres que buscan someterse a esta práctica. Para el PSOE, los provida que realicen estas actividades ejercen un “acoso” a las mujeres embarazadas.

Para: Los que crean, como este documental, que la vida es un don