- Por el contrario, ha vuelto a contar con Soraya Sáenz de Santamaría.
- Rajoy tiene la mirada puesta en el fracaso de Pedro Sánchez para ser investido.
- En plata: Rajoy no aceptará ninguna rebelión interna en el PP… que ofrezca otro candidato que no sea él.
- Y exige juramento de fidelidad ahora, no cuando Sánchez fracase.
- En el PP actual prima la fidelidad sobre la capacidad.
- Y todo esto no conllevará ninguna política valiente en materia de principios: ¿a quién le importa?
De error en error, el presidente
Mariano Rajoy no sólo no ha conseguido que el
Rey le nomine como candidato a la Presidencia del Gobierno sino que encima ha levantado ampollas en su propio partido, a punto de la rebelión contra el líder.
Es más,
Rajoy se ha puesto duro en Génova: exige juramento de fidelidad ahora, antes de que se sepa si
Pedro Sánchez logra formar Gobierno o vamos a
nuevas elecciones. Si finalmente lograra repetir en Moncloa, algunos ya saben que saldrán del equipo.
Por ejemplo
José Manuel García Margallo (
en la imagen junto a Guindos), quien se ha postulado con claridad como posible sustituto Y ojo, es el hombre más conocido y reconocido en la esfera internacional y con una preparación bastante superior a la de su jefe de filas. Si al final de todo, aunque ahora parece difícil,
Rajoy lograra repetir, Margallo ya puede hacer las maletas.
Otro 'amigo' del presidente,
José Manuel Soria, figura en segundo lugar en la lista negra. Suya es la idea de que Guindos fuera el
Mario Monti italiano y él se quedará al frente del
Partido Popular. Ya tiene bola negra, y Guindos lo mismo… para que presuma de independiente.
Por el contrario,
Soraya Sáenz de Santamaría ha subido enteros en la consideración del presidente en funciones. Su silencio, más bien mutismo, le ha convertido, de nuevo, en la persona con la que cuenta Rajoy en todas las quinielas.
Sólo que para eso tiene que haber quiniela.
Y es que, ahora mismo, en el PP prima la fidelidad sobre la capacidad. Bueno, ahora más que antes.
¿Y todo esto ha servido para que
Mariano Rajoy cambie de principios? Ni de broma. A fin de cuentas, ¿a quién le importan los principios? ¿Los principios de qué?
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com