• Así son las fusiones bancarias.
  • En cualquier caso, el mayor ajuste se producirá durante el próximo otoño, cuando se culmine la integración informática.
  • Los sindicatos temen, sin embargo, que no será el último expediente que se aplique en el grupo.
  • BBVA y CX ya han formalizado su fusión e inscribirán la escritura en el Registro Mercantil de Vizcaya el próximo 9 de septiembre.
BBVA ganó la subasta por Catalunya Banc (CX) en julio de 2014. Pagó 1.130 millones de euros. Con la operación, el banco que preside Francisco González (FG) pasó de una cuota de mercado del 12,3% al 24,9% en Cataluña. Sin duda, un salto muy significativo. El jueves 1 de septiembre, tras la autorización de Economía y el cumplimiento de los trámites legales, las dos entidades han formalizado la escritura de fusión, que inscribirán en el Registro Mercantil de Vizcaya el viernes 9 de este mes. Ahora bien, como ocurre con todas las fusiones bancarias, tras la operación llegan los ajustes de plantilla y de oficinas. Antes de la subasta, CX contaba con 5.361 empleados, la mayoría en Cataluña, repartidos por las 758 oficinas que el banco tenía por toda España. Un año y medio después de la adquisición por parte de BBVA, en diciembre de 2015, CX tenía en nómina a 4.530 trabajadores, esto es, 831 menos, y 716 sucursales (673 en Cataluña), es decir, 42 menos que en 2014. Un ajuste importante, aunque lo peor llegará el próximo otoño, cuando la entidad culmine la integración informática y se aplique el ERE previsto y que afecta a 1.557 empleados. Se cerrarán, además, otras 100 oficinas. Al final del proceso, CX se quedará con una plantilla de unos 2.900 empleados repartidos por unas 600 oficinas. Los sindicatos temen, sin embargo, que este no será el último expediente de regulación de empleo que lleve a cabo FG. Sospechan que habrá una fortísima reducción de puestos de trabajo en los próximos meses. De momento, es sólo un temor. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com