- El Ceo, Carlos Jarque, asegura que primero tiene que reducirse el apalancamiento por debajo del 4% (ebitda).
- Esther Koplowitz sigue manteniendo el 20% pero necesita ese dividendo para mitigar su deuda, al menos por el momento.
- 2016, saneamiento; 2017, resultado de explotación positivo y 2018, dividendo (¿?) para satisfacer al pequeño accionista.
- El objetivo estratégico de la empresa sigue siendo basuras y agua. Ahora más que nunca.
- Para entender a Slim: es un industrial pero su obsesión es financiera.
- Su mejor virtud, negociar con los acreedores.
- Su mayor defecto, ni delega ni le gustan los minoritarios.
Carlos Slim todavía no ha recuperado su inversión de 700 millones de euros en FCC. Casi dos años después de que
Carlos Jarque (
en la imagen, junto a la presidenta de FCC, Esther Alcocer Koplowitz) asumiera la Consejería Delegada, la historia del Grupo Carso puede resumirse así: 2016 fue el año del saneamiento ante una deuda financiera feroz; 2017 es el año en el que
el ebitda empieza a ser positivo, se empieza a ganar dinero (tras un durísimo ajuste, todo hay que decirlo), y 2018 debería ser el año en el que los minoritarios recibieran dividendo.
En la Junta celebrada este miércoles en Madrid, uno de los accionistas le preguntó al mexicano Carlos Jarque por ese dividendo, pero no consiguió arrancarle la promesa. Según el Ceo, antes hay que reducir el apalancamiento (ebitda sobre deuda) por debajo del 4%. Eso no debería resultar muy difícil dado que actualmente está en el 4,4%. Pero ojo, el grueso del saneamiento financiero no se ha hecho gracias a la aportación de Slim, sino tirando de los activos de la propia FCC: en resumen, endeudando a Aqualia, una de las joyas de la corona, por 1.300 millones de euros.
Y es que hay que entender a Slim: no es un banquero sino un industrial pero siente la obsesión por las finanzas, por reducir la deuda hasta el hueso. Su mejor virtud, y también la de Carlos Jarque, su representante en España, es, precisamente, lo bien que negocia con los banqueros. Su parte peor es que no le preocupan nada los minoritarios y que no sabe delegar.
La gestión financiera no hay porqué delegarla, pero la industrial y comercial, sí.
El jueves 29, el Colegio de Ingenieros va a premiar a Carlos Slim, en madrid desde principios de semana, con un galardón. Es cierto que ha salvado FCC, pero también los es que ha aprovechado los activos de una una empresa poco endeudada para recuperar su inversión, algo que puede hacer en breve plazo si prosigue la actual subida de la cotización.
En cuanto a la estrategia de la empresa, es la misma de siempre, pero ahora más: basuras y agua. Como recuerda Jarque, son las dos necesidades más perentorias de una humanidad cada vez más urbana y que en dos terceras partes puede tener problemas hídricos en la próxima década. En plata, cuanto más urbanos más basura generamos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com