Los fiscales del Supremo no tragan
Prosigue el juicio en el Tribunal Supremo a los doce líderes independentistas por la celebración del referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña el 27 de octubre de 2017.
Hoy declaran guardias civiles que fueron sometidos a insultos y escraches tras el 1-O, que les llevaron a cambiar de alojamiento. Uno de ellos ha relatado cómo "un grupo numeroso y organizado" de unas 1.000 personas se acercó al hotel donde se encontraba el 3 de octubre de 2017. "Se coreaban gritos de fuera las fuerzas de ocupación. Cuando llegaron al hotel, empezaron a cantar hijos de puta".
También ha declarado otro agente que estuvo en La Seu d'Urgell y presentó una denuncia por los actos de hostigamiento. "A mi hotel llegaron a arrojar vasos y alguna botella de plástico. Ahí intervino una pareja de Mossos para identificar a una persona que se alteró más de la cuenta", ha detallado.
"Nos llamó 'hijos de puta', nos dijo que nos iban a matar", ha detallado otro guardia civil
Un tercer agente ha relatado que recibieron amenazas de muerte en Lérida. "Nos llamó hijos de puta, nos dijo que nos íbamos a cagar, que nos iban a matar", ha detallado sobre el incidente con un hombre que les grabó con un teléfono por la calle.
También ha declarado una mossa que difundió las direcciones en las que se hospedaban varios agentes del instituto armado, según las acusaciones. El ministerio público le ha preguntado por su teléfono y si envió esos mensajes. "No lo recuerdo, no lo creo".
Además, otro mosso, en la línea de lo que relataron este miércoles dos mandos de la policía catalana, ha dicho que estuvo tres semanas de baja tras recibir "patadas, puñetazos y empujones" en los incidentes de Sabadell el 20-S.