• El sistema BCE (Chairman más Ceo) se abre paso en España.
  • El Chairman será Gual, el Ceo, Gonzalo Gortázar.
  • Y, sobre todo, Fainé consigue salvar la mayor caja de ahorros del mundo y la banca industrial (Criteria).
  • Jordi Gual, nuevo presidente de Caixabank, es el jefe de Estudios de la entidad, un experto en macro… y en regulación bancaria.
  • Pero cuidado: el modelo español impone que el presidente respalde las cuentas.
Juagada maestra de Isidro Fainé. Ni al BCE ni al PSOE y al PP, le gustan las cajas de ahorros -hay que ser lelos-. El BCE quiere que todos los bancos sean grandes, sociedades anónimas y a ser posible poco dedicados a la economía doméstica. Vamos, que les gusta la especulación. Y encima no le gusta el dividendo social ni la banca industrial. Total, que las cajas de ahorros debían ser destruidas. Así que el último cajero, presidente de la mayor caja de ahorros del mundo, grupo Caixa-Criteria-Caixabank, es decir, Isidro Fainé, ha dado un triple salto mortal y ha logrado mantener el espíritu cajero. Para ello, le ha ofrecido al BCE algo que le gusta muchísimo: el esquema anglosajón de dirección. Bueno, anglosajón y alemán: un chairman y un Ceo. El consejero delegado se ocupa del día a día, del negocio, de ganar dinero, de hacer la cuenta de resultados, mientras el chairman es el presidente del Consejo de Administración, que vigila -nombra y revoca- al Ceo y que, atención, lleva la regulación, es decir, las relaciones con la autoridad vigente. Fainé ha nombrado a Jordi Gual para ese cometido. Experto en macroeconomía, director del Servicio de Estudios de La Caixa, de gran prestigio y, sobre todo, buen conocedor de la regulación financiera, apartado este para el que ahora trabajan todos los directivos bancarios un 50% de su jornada laboral. De hecho, seguirá Gonzalo Gortázar, mientras Fainé retiene los cargos de presidente de la Fundación Bancaria Caixa (de la caja, para entendernos) y la de Criteria, el grupo industrial. Y con ello, y esto es lo bueno, consigue dos cosas: primero, que el BCE acepte considerar a Criteria como lo que es: una sociedad de cartera y no un banco. A  efectos de recursos propios, esto era fundamental. Y, al mismo tiempo, consigue darle con un palmo de narices al PSOE y PP. Aquel empezó el proceso legal de demolición de las cajas de ahorros y el PP lo terminó. Luis de Guindos le dio de plazo hasta el 30 de junio, día en que Fainé ha convocado el Consejo de Administración que nombrará a Jordi Gual. Es decir, que nombrará a un cajero que no pondrá pegas ni en la obra benéfico-social ni en el mantenimiento de una cartera industrial donde se ubican empresas como Gas Natural, Abertis, Suez, Saba, etc. En definitiva, Caixabank es un banco con espíritu de caja de ahorros y Fainé se prolonga a sí mismo. Y nadie puede presumir de que supiera el nombre elegido. Ahora bien, no olvidemos el pequeño detalle de que la ley suele seguir a la práctica y viceversa. Esto significa que introducir el sistema Chairman-Ceo, puede crear escuela pero también exigirá cambiar una legislación mercantil en la que, en España, al revés que en Alemania o en el mundo algo, el presidente no sólo es el que manda sino que es el responsable legal el que ha de firmar las cuentas. Y claro, no se le puede quitar poder. Y dinero porque un chairman no puede cobrar como un presidente. Resumiendo: Isidro Fainé ha caracoelado entre Mario Draghi y Mariano Rajoy y ha mantenido en pie todo el entamado. ¡Chapeau! Eulogio López eulogio@hispanidad.com