- Flojos resultados. El margen de intereses cae un 17%.
- Volvemos al ROF como gran salvación de las cuentas.
- La solvencia mejora pero la situación de liquidez sigue siendo delicada.
- Cuidado con la venta de un paquete o acciones o la salida a bolsa. Esa no es la solución.
No son buenos los resultados de Ibercaja. No porque el resultado del primer semestre de 2016 haya subido un 3,7%, que no está mal en un contexto donde la inflación está ausente, sino porque el
margen de intereses ha descendido un 17,1% y este margen junto con las comisiones, que apenas suben ( 0,9%) son los recursos que se sostienen los gastos y la morosidad del negocio bancario. Todo lo demás es volátil y no recurrente. Al negocio bancario no le sientan del todo bien los
tipos altos pero tampoco este
sinsentido de los muy bajos o, incluso, negativos.
Es el resultado de las operaciones financieras ( 43,5%), muy probablemente por la subida de valor que han experimentado las carteras de deuda pública como consecuencia de la caída de los tipos de interés, y otros resultados ( 218,9%) los que han permitido salvar el semestre, a pesar de las necesidades de reconocer
provisiones y de la mejora en las destinadas al reconocimiento del deterioro del crédito (-27,3%), han seguido subiendo ( 10,5%). Y todo ello aunque el ratio de
morosidad haya descendido desde el 10,3% hasta el 8,7% en los últimos doces meses.
La presentación de Ibercaja deja mucho que desear: es el problema de abusar del 'power point', con lo fácil que es remitir unos estados financieros auditados y dejarse de gráficos y comentarios. Está claro que están abandonando el viejo -y buen- estilo de las
cajas en favor de los grandes bancos que es todo menos claro. Así, afirman en titulares un crecimiento del crédito normal del 1% cuando en el detalle adjunto dicen exactamente lo contrario: que ha descendido un 1,7% en los últimos doce meses. No pasa nada porque un banco dé menos crédito: lo importante es que pueda devolver sus depósitos y si para ello tiene que dar
menos crédito, pues que se le va a hacer.
Lo que está claro en las cuentas de Ibercaja es que el crédito a empresas inmobiliarias (-16,2%) y a particulares para la adquisición de inmuebles desciende (-4,4%) como desde que se inició la crisis, y que el único que comienza a subir es el crédito a las empresas no inmobiliarias ( 7,2%), lo que puede ser un buen indicio de mejora y saneamiento de la economía en general.
La solvencia de la entidad mejora ligeramente (0,17%), pero la situación de liquidez sigue siendo todavía delicada después de tantos años y la inversión crediticia no se financia sólo con depósitos del público, lo que obliga a la entidad al recurso al
BCE, tan generoso él, y a los mercados. Esta posición no dará problemas, como no los daba en el bienio 2007-08, hasta que haya un susto en los mercados, o una causa de otro tipo, como un viraje a la política monetaria del BCE.
¿Qué si tiene futuro Ibercaja? El mismo que toda la banca tradicional. El menor tamaño no es el problema, tal vez al revés. El problema, no lo duden, son los bancos centrales de los que se han quedado
prisioneros.
Cuidado con la venta de
un paquete o acciones o la salida a bolsa. Esa no es la solución. Ojo, y estamos hablando de una caja más solvente que otras medianas, como Unicaja, Liberbank o BMN.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com