Alexis Tsipras perdería las elecciones y Kyriakos Mitsotakis, al que los sondeos sitúan con hasta nueve puntos de ventaja, las ganaría
Alexis Tsipras es el primer ministro griego que más tiempo se ha mantenido en el cargo desde que estalló la brutal crisis de la que todavía no se ha recuperado el país. Pero eso puede cambiar este domingo. Grecia celebra elecciones y Tsipras ha quedado relegado en las encuestas por el avance del candidato de Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis, al que los sondeos sitúan con hasta nueve puntos de ventaja y con posibilidades de alcanzar incluso una mayoría absoluta.
El presidente griego decidió adelantar las elecciones al 7 de julio tras la derrota de su formación en las elecciones europeas. Syriza fue barrido por el partido conservador Nueva Democracia.
Y es que los griegos están decididos a pasar factura a Tsipras que llegó al poder en 2015 cuando el país estaba inmerso en una grave crisis económica que ha supuesto la inyección de miles de millones de euros en ayuda financiera externa desde 2010.
Cuatro años después de la firma del tercer programa de asistencia, los datos económicos de Grecia mejoran pero poco por lo que muchos ciudadanos han decidido dar la espalda al actual presidente sobre todo la clase media que ha sido la más castigada y, en concreto, los pensionistas.
Los jubilados, 2,5 millones de personas cuyas pensiones se llevaban, hasta la aparición en escena de la Troika en 2010, el 18% del PIB, una cifra récord entre los países de la OCDE, evitaron in extremis el decimocuarto recorte en sus ingresos cuando el Parlamento griego aprobaba en diciembre de 2018 por unanimidad la revocación del tijeretazo a las pensiones, previsto para 2019 a instancias de los acreedores, con bajadas de hasta un 18 %. La prestación media que reciben los jubilados griegos es de unos 700 euros, si se hubiera aplicado el recorte se hubiera quedado en unos 560 euros.
El nuevo sistema de cálculo de pensiones conlleva una reducción de hasta un 30% de los ingresos de los nuevos jubilados
Hay que recordar que el Gobierno griego puso en marcha en abril de 2017 el nuevo sistema de cálculo de pensiones que conlleva una reducción de hasta un 30% de los ingresos de los nuevos jubilados. El nuevo sistema de cálculo forma parte de la reforma de pensiones que aprobó el Parlamento en mayo de 2016 en el marco del tercer plan de rescate financiero del país. A partir de ese momento, la pensión mínima bajo de los 486 euros a los 384 euros
Ahora las pensione están congeladas hasta 2022 y sin embargo, y a pesar de los sucesivos recortes que ha sufrido los jubilados griegos que han perdido el 40 % de su poder adquisitivo, en los ocho años de crisis, las pensiones se convirtieron en el salvavidas de muchos hogares.
En un país en el que el desempleo llegó a rozar el 28 %, lo que percibían los pensionistas era la única fuente de ingresos.
El desempleo ha bajado al 18 % (del 28 % en 2013, en el peor momento de la crisis) y desde hace dos años la economía crece en lugar de contraerse (1,9 % en 2018).
En un país en el que el desempleo llegó a rozar el 28 %, lo que percibían los pensionistas era la única fuente de ingresos.
Tsipras ha cumplido con creces los objetivos fiscales impuestos por los acreedores. En 2018, el superávit primario, que excluye el pago de intereses de la deuda, se situó en el 4,4 % del PIB, cinco décimas por encima de los resultados de 2017. Los objetivos fijados con las instituciones solo exigen un 3,5 %.
Sin embargo, en comparación con la situación previa a la crisis, Grecia tiene un largo camino que recorrer porque la situación económica de muchos ciudadanos se ha deteriorado tanto que tienen dificultades para reincorporarse al mercado laboral (uno de cada tres parados llevan sin empleo más de cuatro años), o porque vuelven a trabajar pero con sueldos más que precarios.
La mayoría de los trabajadores en Grecia (59,3 %) cobra menos de 900 euros brutos al mes y el 25,3 % incluso no llega a los 500 euros.
La Iglesia ortodoxa griega da cada día de comer a 20.000 personas y los 'sin techo' se han cuadruplicado en los últimos cuatro años
Según datos de la agencia de noticias griega AMNA, la Iglesia ortodoxa griega da cada día de comer a 20.000 personas, los 'sin techo' se han cuadruplicado, la renta media apenas supera los 600 euros mensuales, los salarios y las pensiones se han recortado en un 40%, los impuestos han subido a niveles estratosféricos y la clase media se ha empobrecido masivamente, 300.000 empresas han echado el cierre, la deuda ha subido al 185% del PIB (al comenzar la crisis era el 126%), el paro es del 18% (casi del 40% entre los jóvenes), muchos sectores económicos estratégicos están ahora en manos extranjeras, los servicios sanitarios han sufrido grandes recortes, un tercio de los griegos no tiene cobertura médica, el 35% vive por debajo del umbral de la pobreza.