Hablábamos ayer de la toma de la SEPI por parte de los socialistas catalanes, y este miércoles tenemos que referirnos al proyecto ‘smart people’ diseñado en Moncloa y que consiste en copar la cúpula de las grandes empresas que cotizan en el Ibex.

INDRA era una de las plazas más sencillas, ya que el Estado es el primer accionista con el 18,7% del capital y el Consejo de Administración carece de un núcleo duro, opositor a la SEPI, al menos potencialmente. La sustitución de Fernando Abril-Martorell por Marc Murtra era la manera más sencilla de iniciar el proyecto ‘smart people’.

Pero en Moncloa subestimaron a los consejeros independientes que, capitaneados por José Antonio Escalona, secretario del Consejo, se han rebelado y no quieren a Murtra de presidente. En realidad, lo que no quieren es el cese de Abril-Martorell, pero, al parecer, eso ya no tiene marcha atrás: el propio Abril-Martorell ya ha evacuado su despacho.

Lo cierto es que la SEPI sólo cuenta con dos consejeros (Antonio Cuevas y Miguel Sebastián), frente a siete independientes (Alberto Terol, que es además vicepresidente y consejero coordinador, Carmen Aquerreta, Silvia Iranzo, Enrique de Leyva, Ignacio Martín, Ana de Pro e Isabel Torremocha) y dos ejecutivos (Ignacio Mataix y Cristina Ruiz). Santos Martínez-Conde, dominical en representación de Corporación Financiera Alba, completa la lista.

El error de cálculo de Moncloa le ha salido muy caro a la compañía, que ha perdido más del 12% de su valor en Bolsa desde que se conociera la destitución de Abril-Martorell. En otras palabras, el mercado da la razón a los independientes.

Por su parte, María Jesús Montero aseguró el martes, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, y ante preguntas de Hispanidad, que la salida de Abril-Martorell era algo normal y que lo había hecho muy bien como presidente, pero lo cierto es que el martes 18, la presidenta de la SEPI, Belén Gualda, llamó al presidente de INDRA para comunicarle que había perdido la confianza del Gobierno.

En definitiva, sea cual sea el desenlace final y el nuevo presidente de INDRA, lo cierto es que ha supuesto un duro golpe al proyecto ‘smart people’.