• Revuelo en México: el ex jefe de Pemex acusado de utilizar el helicóptero de la empresa para desplazamientos personales.
  • Y encima, su látigo en España, Arturo Henrique, sale en los mensajes de... López-Madrid.
  • Ah, y es íntimo del presidente de Endesa, Borja Prado.
El tiempo pone a cada uno en su sitio. Al menos, a algunos, como a Emilio Lozoya, ex director general de la petrolera mexicana Pemex (en la imagen). El hombre que puso entre las cuerdas a Antonio Brufau podría acabar en los tribunales. La cosa no pinta bien para él. Según el diario La Jornada, el actual director general de Pemex, José Antonio González Anaya, compareció esta semana ante la Comisión Energía de San Lorenzo y explicó, documentos en mano, el despilfarro de Lozoya durante los tres años que estuvo al frente de la petrolera. Por ejemplo, el pago de 2.445 millones de pesos (unos 124 millones de euros) para comprar tres aviones y un helicóptero, al tiempo que destinó otros 4.585 millones de pesos (en euros, unos 231 millones) para pagar el alquiler de 911 vehículos para los funcionarios. Me dirán que las aeronaves eran para vigilar los oleoductos que la empresa tiene repartidos por todo el país. Pues no. Para eso se emplearon drones del ejército mexicano. El helicóptero se empleó para que el señorito Lozoya fuera de la torres Pemex al hotel Camino Real. El tráfico en las grandes ciudades es muy molesto. El cerco se estrecha en torno a Lozoya y su destino como embajador en España podría frustrarse. Encima, según publica este viernes Proceso, su mano derecha y látigo en España, Arturo Henríquez, sale en los mensajes... de Javier López-Madrid. Este chico está en todos los charcos. ¡Ah! Y Henríquez es íntimo amigo del presidente de Endesa, Borja Prado que, recuerden, intentó desbancar a Brufau al frente de Repsol para ponerse él, naturalmente. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com