¿Vamos a vacunar a niños contra una enfermedad que apenas les ha afectado y que se ha mostrado como el sistema inmunológico más eficaz de todos? ¿Sólo para que gane más dinero Pfizer?
La Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos de Valencia (FCAPA) ha remitido un escrito al conseller de Educación, Vicent Marzà, en el que le reclama que se dicten «las instrucciones oportunas para la puesta en práctica de los procedimientos o protocolos adecuados para que los padres puedan ejercer el derecho a elegir la educación que desean para sus hijos», recoge Levante.emv.com.
En concreto, el escrito sostiene que es «necesario que, con carácter previo a cualquier intervención o presencia en las aulas u otras instalaciones de los centros educativos sostenidos total o parcialmente con fondos públicos de colectivos, de organizaciones, empresas, instituciones o personas ajenas a los mismos con el objetivo de desarrollar actividades, talleres, programas, conferencias, charlas o sesiones se informe exhaustivamente y con antelación suficiente a los padres o tutores legales». Ello con el fin, añaden, de que «las familias puedan valorar adecuadamente la conveniencia de la posible participación de sus hijos en este tipo de actividades, autorizándola expresamente, en su caso», añade este medio.
Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones
FCAPA se apoya en el artículo 27.3 de la Constitución española: "Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones". Y en el artículo 26.3 de la declaración Universal de los Derechos Humanos: "Los padres tienen derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos".
Todo un escándalo: estos padres católicos son unos cavernícolas de tomo y lomo.
Por cierto, la petición de FCAPA se parece mucho al Pin Parental que ha propuesto Vox en su programa electoral y que consiste en una autorización expresa que el centro educativo debe pedir a los padres para que sus hijos asistan a charlas sobre "cualquier materia, charla, taller o actividad que afecte a cuestiones morales socialmente controvertidas o sobre la sexualidad, que puedan resultar intrusivos para la conciencia y la intimidad de nuestros hijos, de tal modo que como padre o madre pueda conocerlas y analizarlas de antemano, reflexionar sobre ellas y en base a ello dar mi consentimiento o no, para que nuestro hijo asista a dicha formación".