• El ex presidente brasileño está siendo investigado por sospechas de que se benefició de un enorme escándalo de sobornos.
  • Si acepta el puesto en el gabinete, el caso de corrupción por el que se le investiga pasaría de las manos del activo juez federal Sergio Moro a la Corte Suprema del país.
  • El fiscal general de Brasil, Jose Eduardo Cardozo, niega que el Gobierno esté tratando de blindar a Lula.
Luiz Inácio Lula da Silva (en la imagen) aceptó ser ministro de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, una posición que le ofrecería al ex mandatario alguna protección judicial frente a una investigación por lavado de dinero, informa una fuente a Reuters. La fuente, que pidió anonimato para hablar libremente, dijo que es probable que Lula, un negociador hábil, se haga cargo de los asuntos legislativos, donde puede aprovechar sus cercanos vínculos con los parlamentarios del Partido de los Trabajadores. El nombramiento de Lula como ministro es visto por opositores al Gobierno como un intento de Rousseff para mantener unida a la coalición de Gobierno, cuando se enfrenta a una recesión y a la posibilidad de un juicio político para deponerla. Lula, quien fue presidente entre 2003-2010 en medio de un auge económico, sigue siendo uno de los políticos más influyentes de Brasil, pero está siendo investigado por sospechas de que se benefició de un enorme escándalo de sobornos que ha golpeado a líderes empresariales y políticos de la coalición de Gobierno. Si acepta el puesto en el gabinete, el caso de corrupción por el que se le investiga pasaría de las manos del activo juez federal Sergio Moro a la Corte Suprema de Brasil. El fiscal general de Brasil, Jose Eduardo Cardozo, negó que el Gobierno esté tratando de blindar a Lula de las acusaciones y dijo que no hay impedimento para que se una al gabinete. "Lula no está escapando de la justicia. No hay ningún intento de protegerlo", dijo Cardozo a periodistas. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com