Diversas informaciones aparecidas en medios de comunicación han ido adelantando aspectos del borrador de la ‘Ley Trans’ que prepara el Ministerio de Igualdad, que dirige la podemita Irene Montero, y que pretende llevar al Consejo de Ministros en la primera quincena de febrero.

Sin embargo, el Gobierno ha querido dejar claro que el borrador de la Ley Trans es la propuesta de este departamento pero no la del Ejecutivo. Y avisan de que el texto todavía no ha acabado de ser tramitado dentro del Gobierno, porque sólo ha pasado por Igualdad, y "solo recoge los postulados de Unidas Podemos”, informa Europa Press.

Pues bien: según explica El País, España permite ya desde 2007 cambiar nombre y sexo en el DNI sin necesidad de una operación quirúrgica de los genitales. Lo que sí se requiere para el cambio de sexo en el DNI es un informe médico o psicológico y al menos dos años de tratamiento hormonal. Sin embargo, el borrador de la nueva norma elimina el requisito de ese diagnóstico de la disforia de género “siendo suficiente la libre declaración de la persona interesada” a partir de los 16 años de edad. El cambio de sexo en el registro “no precisa de más requisitos que la declaración expresa” de la persona interesada. No hará falta prueba psicológica ni médica para que se cambie el nombre y la mención relativa al sexo en todos los registros y documentos administrativos, ni tampoco “modificación de la apariencia o función corporal de la persona a través de procedimientos médicos, quirúrgicos o de otra índole”. Los trámites “estarán exentos de costes o tasas”, según el borrador. Y los llevará a cabo el encargado del registro civil.

A partir de los 16 años, la última palabra para cambiar el sexo y el nombre en el DNI la tendrá cada persona

Además, según el borrador de la ‘ley trans’, a partir de los 16 años, la última palabra para cambiar el sexo y el nombre en el DNI la tendrá cada persona. Los menores de 12 a 16 años que quieran hacer el cambio registral deberán hacerlo a través de sus representantes legales, normalmente a través de la familia. Si no están de acuerdo, se nombrará a “un defensor judicial”, añade El País.

El borrador también prevé el reconocimiento de las identidades no binarias -aquellas personas que no se sienten ni hombres ni mujeres-: "Por primera vez en nuestro ordenamiento jurídico, se prevé que las personas interesadas puedan solicitar que sus documentos oficiales de identificación omitan la mención relativa al sexo”, señala el borrador. Añade: “Se pretende dar satisfacción a las demandas de una parte de la población que no se identifica ni con el género masculino ni con el femenino”. Según el borrador, corresponde al Ministerio de Interior “omitir la mención relativa al sexo”.

Las personas trans “con capacidad de gestar” tendrán acceso a las técnicas de reproducción asistida. Se contempla también “la posibilidad real y efectiva” de acceder a las técnicas de congelación de tejido gonadal y de células reproductivas en personas que se sometan a tratamientos hormonales, añade El País.

En prácticas, eventos y competiciones deportivos, las personas trans participarán “atendiendo a su sexo registral”

En prácticas, eventos y competiciones deportivos, las personas trans participarán “atendiendo a su sexo registral” y estarán prohibidas las pruebas “de verificación del sexo”, según el borrador que recoge el mismo medio.

Las personas privadas de libertad “tienen derecho a ser tratadas y separadas conforme a su sexo registral”, contempla el borrador, salvo que esa misma persona considere que eso pueda poner “en riesgo su vida o integridad”.

La norma también entra en el terreno educativo. Especifica que “se garantiza” el derecho de los alumnos a “exteriorizar” su identidad de género. “Se deberá respetar su imagen física, la elección de su indumentaria y el acceso y uso de las instalaciones del centro educativo conforme a su identidad de género”, añade el borrador de la ley que recoge El País.

El Sistema Nacional de Salud ofrecerá tratamiento hormonal, terapia de voz, cirugías genitales, mamoplastias, mastectomías y material protésico

En cuanto a la Sanidad, el Sistema Nacional de Salud ofrecerá tratamiento hormonal, terapia de voz, cirugías genitales, mamoplastias, mastectomías y material protésico. Además, las personas trans que puedan gestar podrán someterse a las técnicas de reproducción asistida, recoge Onda Cero.

No será necesario cambiar de nombre aunque se cambie de sexo en el registro y también se permite que cambien de nombre sin necesidad de cambiar de sexo, añade Onda Cero.

El borrador de la norma también prohibirá las terapias de conversión de la orientación sexual contemplando multas de hasta 150.000 euros por falta muy grave a las personas que promuevan terapias de conversión para personas LGTBI, añade El País.

Grande Marlaska: "Cada uno puede someterse, si lo hace voluntaria y libremente, a esas terapias

Recordemos que en junio de 2019, el actual ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, respondía en una entrevista en El Mundo a la pregunta: ‘Como juez, ¿cree que son legales las terapias para reorientar la homosexualidad?, a lo que el titular de Interior respondió: "Cada uno puede someterse, si lo hace voluntaria y libremente, a esas terapias, algo que yo dudo mucho que se haga conscientemente porque es la negación de uno mismo. Ya no voy a hablar de legalidad ni de ilegalidad, el trasfondo es de mayor entidad, es la negación de la identidad humana".

Por otra parte, -como publicó Hispanidad hace ahora un año-  la experta Elena Lorenzo lanzó un curso online titulado ‘Camino a la heterosexualidad’, para quienes ejerciendo su libertad personal deseen acompañamiento en su camino hacia la heterosexualidad, desde la homosexualidad.

Y eso que en septiembre de 2019, la Comunidad de Madrid le impuso una sanción de 20.001 € a Lorenzo por ayudar a personas con atracción al mismo sexo, lo que para las autoridades madrileñas significaba ofrecer terapias para “curar la homosexualidad”.

Y es que, en la comunidad de Madrid existe la Ley de Protección integral contra la LGTBIfobia, que fue aprobada por el Partido Popular en el año 2016. El artículo 70 de esta ley establece como “infracción muy grave” la “promoción y realización de terapias de aversión o conversión con la finalidad de modificar la orientación sexual o identidad de género de una persona. Para la comisión de esta infracción será irrelevante el consentimiento prestado por la persona sometida a tales terapias”.

Con esta ley (autonómica), la persona no tiene capacidad para elegir cómo quiere vivir. Ya que la única opción que tiene es la propia afirmación como gay. Si la persona no la quiere vivir así, se queda sin opciones

“Yo pensaba que vivía en un país moderno y democrático con amplio recorrido legislativo en cuestión de libertades, pero quizás no sea así en realidad. Con esta ley (autonómica), la persona no tiene capacidad para elegir cómo quiere vivir. Ya que la única opción que tiene es la propia afirmación como gay. Si la persona no la quiere vivir así, se queda sin opciones. Esto sí está protegido, promovido e impuesto por la Comunidad de Madrid. A esto le llamo discriminación hacia la persona”, subrayó Lorenzo en esa ocasión.  

Ademas, Religión en Libertad recoge el testimonio de Scott Newgent, una mujer biológica de 47 años que hace seis decidió “cambiar de sexo”. Las consecuencia para ella fueron siete operaciones quirúrgicas, una docena de patologías; la ruptura de su relación de pareja y el alejamiento de sus hijos; “múltiples periodos de dolor”; y, sobre todo, la conciencia de haber cometido el error de creer en los dogmas del transgenerismo.

La disforia de género es un problema de dentro afuera. Tienes que arreglarlo por dentro. No lo puedes arreglar por fuera…

Ella declara: “No puedes hacer una transición de género. Eres lo que eres biológicamente. Si me muero y me entierran y dentro de cien años desentierran mis huesos, dirán: ‘Aquí había una mujer’. Eso no cambia. Lo que sí puedes hacer es que una persona parezca distinta. Lo llamaría un híbrido: puedes coger una mujer, quitar el estrógeno y poner testosterona, que genera efectos totalmente diferentes. Pienso de forma distinta, tengo una apariencia distinta… pero también es distinto a ser un hombre. He creado algo único. Y lo que no entiendo de la comunidad trans es por qué no acepta esta realidad”. "Nací mujer. Pero no me gustaba. Así que cambié mi apariencia, mediante cirugía plástica y hormonas, a un alto precio monetario, psicológico y físico. Pero mi sexo nunca cambió. Solo lo hizo mi apariencia". “[Se está] está cediendo ante los activistas trans que dicen que las mujeres trans son mujeres. Pero no, no lo son. La realidad es que las mujeres trans son hombres que toman estrógenos. Lo cual es funcionalmente diferente. No es intolerancia, es la realidad”.

 "No hay forma de que una transición médica pueda ayudar a nadie con disforia de género. La disforia de género es un problema de dentro afuera. Tienes que arreglarlo por dentro. No lo puedes arreglar por fuera… Las personas trans son personas que no están a gusto con su apariencia exterior, así que toman hormonas sintéticas para crear la ilusión de ser del sexo opuesto. Eso no constituirá nunca un interruptor biológico. Eso es una ilusión. Decirlo no es incitar al odio: es la realidad. Yo lo he vivido. He hablado con cientos de personas que lo han vivido. Es una parte muy pequeña de las personas transgénero quienes están haciendo todo el ruido. Por desgracia, las personas que no quieren hacer ruido, no dan la cara: ni lo necesitan, ni quieren”.