Escolares chinos en formación hacen el saludo comunista con su pañuelo rojo de pioneros comunistas
Otro ejemplo de la persecución a los cristianos en el mundo: la carta que el colegio comunista de la región china de Xilinhot, en Mongolia, envía a los padres prohibiéndoles transmitir la religión a sus hijos. El centro amenaza con sanciones a quien lo haga y anima a unos padres a delatar a otros o a cualquiera (abuelos, catequistas, amigos) que acerque la fe a los menores de edad. Los padres han de firmar la carta, para constatar que se dan por enterados.
Tal como publica Religión en Libertad, una de estas cartas ha llegado al equipo de la agencia misionera AsiaNews en China. Se trata de la misiva que han enviado a las familias de la Escuela Media n° 6 de Xilinhaote (también llamada Xilinhot), una ciudad de 250.000 habitantes en la región china de Mongolia Inferior.
Con fecha de 25 de marzo de 2020, en lo más duro de la pandemia del coronavirus, las autoridades de la región de Mongolia Inferior aún tienen tiempo y ganas de asegurarse que nadie acerca ninguna religión a los niños, no sea que recen para que sus abuelos no enfermen o para que acabe la pandemia.
La carta usa expresiones clave que hay que saber entender bien, por ejemplo:
- "los estudiantes están tenidos a recibir voluntariamente las ideologías patrióticas, colectivas y comunistas" (significa que serán adoctrinados en ideología comunista obligatoria en las clases, lo quieran o no)
- "formarse un punto de vista científico sobre el mundo y sobre la vida" (el "punto de vista científico" al que se refieren es lo que las autoridades del Partido consideren científico, incluyendo la ideología comunista, que se considera científica)
- "durante la permanencia en la escuela, los estudiantes no pueden ni participar a las actividades religiosos, legales o no, ni usar signos religiosos" (no se refiere sólo a horas de clase o de patio, sino también al tiempo en casa o fin de semana; es ilegal llevar los hijos o nietos la iglesia, mezquita o templo el fin de semana, incluso en los templos legalizados)
- "Los padres u otros no deben obligar a los estudiantes a profesar una religión ni participar en actividades religiosas" (es decir, está prohibido a padres o abuelos enseñar a rezar a sus hijos, llevarlos a misa, hacerles guardar ayunos o poner velas a iconos, etc.)
- "la escuela tiene el deber de educar a los estudiantes que participan en actividades religiosas" (es decir, profesores, funcionarios y hasta compañeros han de detectar a los niños religiosos, denunciarlos y re-educarlos para que dejen de ser religiosos, y denunciar a los padres o abuelos para que sean castigados)
- "aquellos que no cambian actitud serán entregados a las oficinas competentes para hacer cumplir las medidas" (amenaza de expulsiones, multas, perder el trabajo, o incluso cárcel o campo de re-educación)
- "Los padres y la escuela deben permanecer en estrecha colaboración, respetar y poner en práctica estas normas, luchar contra la infiltración y la intervención de la religión en la educación" (padres, maestros y trabajadores han de colaborar y buscar y denunciar a las personas religiosas)
En los últimos años, en toda China se da un mayor interés entre los jóvenes por la religión, incluyendo el cristianismo. Como respuesta, las autoridades en todo el país han publicado unos "Nuevos reglamentos" sobre actividades religiosas que impiden cualquier catequesis o educación en la fe a los menores de 18 años y su entrada en lugares de culto, asimilándola así a actividades moralmente sucias y peligrosas. Siendo un país enorme, en algunas regiones estas prohibiciones se cumplen más a rajatabla y en otras las autoridades locales le dedican menos interés.
En Mongolia Interior, desde 1990 a 2010 las autoridades dejaron actuar a la comunidad cristiana de la región, que fue creciendo. Se consolidó una iglesia católica clandestina en la diócesis de Suiyuan, con unos 30.000 fieles, 35 sacerdotes y 90 religiosas. Celebraban su fe en casas y locales pequeños y no llamaban la atención. A partir de 2012 las autoridades empezaron una nueva etapa de vigilancia anti-religiosa, deteniendo sacerdotes y acosando a catequistas. En verano de 2019 las autoridades se esforzaron en limitar al máximo a los peregrinos católicos que acudían al santuario de la Montaña Mozi, bloqueando los caminos y disuadiendo a los viajeros.
Mongolia Interior es una enorme región china, fronteriza con Mongolia, con 24 millones de habitantes, de los que el 80% son chinos han, y sólo un 17% son de etnia mongola. Sin embargo, en número absolutos, hay más mongoles aquí (4 millones) que en la Mongolia independiente, donde solo viven 2,8 millones de personas.
Menos mal que hablamos de la primera potencia mundial.