- Consiste en vender varias veces el mismo bien, es decir, se trata de una burbuja financiera permanente que termina estallando.
- Tropezamos dos veces en la misma piedra: el BCE apoya su plan de reactivación en las titulizaciones.
- Y el Gobierno Rajoy, con Guindos como experto, no duda en vender paquetizaciones.
¿Recuerdan las subprime norteamericanas de 2007? No, no es un grupo musical, sino el producto financiero que desató la mayor crisis del capitalismo. Para entendernos: las hipotecas concedidas se juntaban en paquetes que luego se colocaban en las plazas financieras donde eran objeto de la especulación más feroz.
En definitiva, nadie conocía el origen de esas hipotecas, y si tenían riesgo o no de impago. Al final, el hipotecado de un pueblo de Atlanta dejó de pagar y todo el sistema se vino abajo o, si lo prefieren, estalló la burbuja. Lo que vino después, lamentablemente, ya lo conocen.
Los que parece que no se han enterado son las autoridades del Banco Central Europeo, con
Mario Draghi a la cabeza (
en la imagen). Y es que el plan de reactivación económica del BCE se apoya, precisamente, en las titulizaciones. Parece mentira, pero así es. Y el Gobierno español, con Luis de Guindos como experto en la materia –antes estuvo en Lehman Brothers- no duda en vender paquetizaciones sin parar.
En cualquier caso, de momento, el nivel de titulizaciones en Europa se mantiene durante el primer trimestre del año. Según
la información difundida este martes por el BCE, los préstamos titulizados mantenidos por sociedades instrumentales alcanzaron los 1.208 millones de euros, frente a los 1.258 millones de un año antes.
De igual modo, el saldo vivo de valores representativos de deuda emitidos por las sociedades instrumentales, se mantuvo prácticamente estable en los 1.437 millones de euros, frente a los 1.478 millones del año anterior y frente a los 1.464 millones del último trimestre de 2014.
En definitiva, si nadie lo remedia, nos encaminamos hacia otra crisis financiera. Y no parece que los que pueden pararla lo vayan a hacer. Todo lo contrario: están acelerando los plazos.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com