Vacuna de AstraZeneca: nadie te quiere
Este pueblo se merece a un Gobierno como el de Pedro Sánchez. Termina el liberticidio estado de alarma y todo son críticas, producto del miedo al virus. Críticas a aquellos que lo han celebrado hasta con bailables. A lo mejor es que nos gustan la cadenas. Al parecer, nos agrada vivir en un permanente estado de excepción, con una policía crecida y todos nuestros movimientos limitados. O a lo mejor es que nos gusta vivir en la miseria.
Y es que el miedo ha llegado más allá que virus. Y la vacuna no ha curado el miedo. Tengo una amiga, chiflada de las tiendas, una consumista nata. El otro día me comentaba que lleva sin ver un centro comercial desde hace 15 meses.
Confiesa que acude en un autobús ecológico -supongo que se refiere a un bus eléctrico- y se pasa todas las mañanas en el Retiro, donde se respira un aire purísimo, libre de virus por certificación del alcalde Almeida, haciendo fotos. ¿Mi amiga en el Retiro? ¡Pero si no lo ha pisado jamás! En El Corte Inglés sí, en el Retiro, ni de broma.
La noticia del día es que la Unión Europea (UE) ha roto con AstraZeneca y renueva y aumenta su contrato con Pfizer. Noruega que no es Unión Europea, va más allá y rompe también con Janssen (Johnson&Johnson).
La mentira sigue vigente. La Universidad de Washington asegura que los muertos en España son 123.000, no 75.000
Naturalmente, la razón oficial es que los de Oxford son unos incumplidores -que lo son- y que, además, no se fían de sus efectos secundarios. Lo cierto es que las vacunas de Pfizer y Moderna son vacunas sintéticas, más eficaces y con menos efectos secundarios, que la británica AstraZeneca.
Aquí se hermanan ética y ciencia, porque resulta que AstraZeneca y Janssen han utilizado, en su fabricación, líneas celulares procedentes de abortos. Por el contrario, las vacunas sintéticas, Pfizer y Moderna, sólo las han usado en su comprobación. La verdad es que no deberían utilizar cultivos celulares procedentes de seres humanos en ningún caso pero, aunque se trate de una coincidencia, resulta reseñable que las vacunas más éticas sean las más eficientes.
En cualquier caso, la pregunta sigue siendo la misma: ¿por qué puñetas utilizan líneas celulares humanas y no cualquier otro tipo de células?
Última nota de este diario de pandemia de hoy lunes 10 de mayo. Según la Universidad de Washington, el número de muertos por Covid en España no son los 75.000 oficiales sino que lanza los 123.000. Una mentira más que el Gobierno Sánchez viene repitiendo desde abril de 2020. Y empieza a resulta un tanto molesto. La mentira, digo.
En cualquier caso, el estado de alarma se ha terminado, tras un año largo, que se ha hecho larguísimo, de vigencia, y los que se alegran por ellos les llaman irresponsables. Curioso.