En junio, el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias vació de competencias y de personal el Ministerio de Sanidad de Salvador Illa y se llevó a más de 600 empleados públicos al departamento de Derechos Sociales que dirige, en plena crisis de la Covid-19. ¿Por qué lo hizo? Pues porque el poder en la Administración Pública es directamente proporcional al número de funcionarios que se tiene a cargo. A más funcionarios, más poder.

Fuentes del Ministerio de Sanidad consultadas por Libertad Digital aseguraron que antes de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez desgajara el Ministerio de Sanidad había un total de 4.470 empleados públicos (2.124 funcionarios y 2.346 laborales) y después del 'acopio' de Iglesias quedaron aproximadamente 608. Pablo, acaparador de funcionarios.

Y. ahora, llega la segunda parte de la historia. A ese personal añadido al departamento del vicepresidente habrá que sentarles en algún sitio para que puedan ejercer su labor. Al parecer, tienen que ser sitios nuevos. Tranquilidad, porque Iglesias ha pensado en todo. Por eso, ha dado los primeros pasos para tenerlo todo a punto y ha comprado 50 sillas de oficina por un importe 14.999 euros. De momento, están guardadas en un almacén, suponemos que hasta que se efectúe el sorteo entre los muchos aspirantes a ocuparlas. No son sillas cualquiera: cada una cuesta, de media, 299,98 euros.