El coronavirus no se curará con la vacuna, porque su origen es espiritual, moral y solo se puede suprimir con remedios espirituales. En la imagen, la Virgen de la Almudena
Por su interés y su brillantez, Hispanidad hace suya la carta que nos envía Jaime Fomperosa:
Legión de María, 4 millones de socios apóstoles a sus ordenes y más de 7 millones de socios auxiliares, traducido a 125 lenguas, es decir, presente en todo el mundo. Son todos seglares, no es una orden religiosa. Heraldos del Evangelio, fundado en 2001, 4 mil miembros, tiene sacerdotes y hermanas y cuenta con 40 mil colaboradores, presente en 78 países. Hay infinidad de grupos que pueden ser más reducidos pero igualmente soldados de la Virgen. El coronavirus no se curará con la vacuna, porque su origen es espiritual, moral y solo se puede suprimir con remedios espirituales; ha supuesto una gravísima desacralización de la Divina Eucaristía.
Si la Iglesia que colabora en muchos lugares con las fuerzas diabólicas, no cambia de actitud, la pandemia empeorará, y una tenebrosa tiniebla cubrirá la tierra. Dios no va a permitir que la Iglesia que fundó por amor a los hombres, se mundanice, se convierta en una ONG. Igual que la Santísima Virgen fue precursora de la venida del Salvador, igualmente será la precursora de su segunda venida. Su ejército invencible, aplastará la cabeza de la Serpiente Infernal y establecerá el Reinado de su Divino Hijo en el mundo, que, a la vista de los acontecimientos tenebrosos que se producen, puede ser que no se demore mucho.