• En España se ha desatado la carrera de la solidaridad y no gusta hablar de seguridad.
  • Y lo que todos ocultan: con la crisis de los refugiados se están infiltrando terroristas en Europa.
  • Es la quinta columna de los yihadistas.
  • Paga para los funcionarios: la oposición habla de cheque electoral.
  • El Gobierno esperará la caída de Artur Mas para pactar con Cataluña.
  • Y Más espera la caída de Rajoy para sobrevivir políticamente.

Consejo de Ministros del viernes 4 de septiembre de 2015. Medidas, ninguna. Bueno sí, dos: comisión interministerial para los refugiados y devolución parcial a los funcionarios del salario perdido. Vamos con lo primero: en España se ha decretado una carrera por la solidaridad, una fiebre, me temo que transitoria, más bien por saber quién es más solidario, especialmente entre la clase política. De esa forma, Soraya Sáenz de Santamaría (en la imagen) habla de la necesidad de coordinarse con Europa por arriba y con todas las Administraciones del Estado, por debajo. Le va a resultar difícil, dado que el PSOE ya ha empezado a practicar el cainismo con cargo a las pobres víctimas del Califato islámico y de la guerra en Siria. Pero hay algo que todos ocultan: que la necesaria, imprescindible, solidaridad para acoger ("lo difícil no es acoger sino integrar" advierte la vicepresidenta Soraya) debe ser compatible con la preocupación por la seguridad, por la infiltración de terroristas. La vicepresidenta Soraya lo sabe, me consta, como lo saben los altos cargos de toda Europa, pero ahora mismo, en plena fiebre solidaria, no ha lugar a hablar de terroristas. Pues deberíamos, porque al Estado Islámico la miseria de los suyos les importa poco: lo que les interesa es sacar dinero fabricando pasaportes falsos y utilizar el éxodo de los míseros para introducir a los miserables. Sin descontar que, desgraciadamente, algunos de los míseros son tan fanáticos como los yihadistas. Las dos cosas a un tiempo, acogida, y rápida, y control, constante, de lo que nos viene. Recuerden el vídeo que publicábamos hoy: un padre con un bebé en brazos, refugiado sirio en Macedonia, se niega a alimentar a su hijo con la viandas que le ofrece un soldado… ¡porque venían envueltas en paquetes de la Cruz Roja (el donante) y ellos no quieren saber nada con la cruz de los cristianos. Al parecer, quieren la protección, la paz y el pan de Occidente, pero imponiendo su religión y su ideología: cojo tu pan si me lo das como yo quiero pero, en cualquier caso, continuaré odiándote. Porque la foto del niño ahogado es tremenda, como la del vídeo de los fanáticos en Macedonia también. Más decisiones del Consejo: se sigue devolviendo las pagas perdidas a los funcionarios. En paga aparte, para saborearlo mejor. Una semana para el decreto y a ejecutarla de inmediato. Cataluña, cómo no. ¿Se puede negociar con Mas? No, responde Soraya, no respeta la ley. Y es cierto: a estas alturas Rajoy espera el cadáver de Artur Mas y éste espera que, si no logra la mayoría absoluta, al menos resistirá lo suficiente para recolocarse en política… tras la caída de Mariano Rajoy. Ninguno de los dos quiere dialogar y lo cierto es que, a estas alturas, resultaría una pose. Eulogio López eulogio@hispanidad.com