- La 'megaembotelladora' europea aumentará la producción en Valencia para reducir los costes de abastecer a Madrid, el mayor mercado de consumo de vidrio en España.
- "Esto nos da la razón, denunciamos que no tenía sentido la organización circular que planteaba Coca-Cola", señala Juan Carlos Asenjo a Hispanidad.
- "Un despropósito como proyecto empresarial y de gastos logísticos", añade el presidente del comité de empresa de Fuenlabrada. Una planta que "no se tenía que haber cerrado".
- Mientras, se cumplen 29 meses del anuncio del ERE y el director general de Coca-Cola Iberia da este capítulo por cerrado, pero el proceso sigue abierto.
- Jorge Garduño presume de invertir unos 177 millones en imagen (la mayor parte, para limpiarla) y apoyar la hostelería, pero Asenjo pide que "cuide más a los empleados y sus derechos".
- Y por supuesto, de esta cifra no se ha destinado nada a Fuenlabrada, donde sigue sin haber trabajo efectivo y no se cumple el proyecto industrial incluido en la sentencia.
Coca-Cola persiste en su error y se burla aún más de
España, a pesar de que nuestro país "es una de las joyas de la corona" de la marca en el mundo, según ha señalado su director general para Iberia,
Jorge Garduño (
en la imagen), en una entrevista para
El Economista. Y es que ahora concentra la producción en fábricas de cuencas de agua con problemas, por ejemplo, en la de
Valencia, mientras
Fuenlabrada está lejos de ser el centro de operaciones industriales y logísticas (COIL) que prometieron a la Audiencia Nacional.
Hace dos días,
Expansión informaba que la 'megaembotelladora' europea, Coca-Cola European Partners (
CCEP), iba a aumentar la producción en Valencia. Un paso que no es baladí, sino que servirá para reducir los costes del transporte para abastecer a
Madrid, el mayor mercado de consumo de vidrio de España. "Esto nos da la razón, pues desde el inicio denunciamos que no tenía sentido la organización circular que planteaba Coca-Cola", ha señalado el presidente del comité de Empresa de Fuenlabrada,
Juan Carlos Asenjo, a Hispanidad.
"Un despropósito como proyecto empresarial y de gastos logísticos", añade, lo cual demuestra que la planta madrileña "no se tenía que haber cerrado". Además, tiene un
impacto medioambiental, como ya comentó
en rueda de prensa a mediados de mayo, pues "repercute en la huella de carbono: antes las botellas de vidrio recorrían entre 50 y 70 kilómetros para ser rellenadas, ahora entre 500 y 700 km. Por ejemplo, las de Madrid viajan a Portugal, Valencia, La Coruña, Cataluña y Sevilla para ser rellenadas. Y a esto se une el hecho de que la marca está concentrando la producción en cuencas de agua que normalmente tienen problemas de abastecimiento.
Parece que el plan era ilógico.
En el entretanto, se cumplen
29 meses del anuncio del
ERE y por tanto, el inicio del conflicto. Y casualmente, se publica una entrevista a Garduño, que parece haber tomado muy bien el relevo a
Marcos de Quinto. En concreto, da este capítulo por cerrado: "Lo que sucedió ya pasó. Hay capítulos que se abren y se cierran". Pero, como saben, esto no es así, el proceso sigue abierto:
el pasado 14 de junio hubo una vista en la
AN y "Coca-Cola sigue sin cumplir el auto de ejecución de sentencia", recuerda Asenjo.
Garduño presume de que la marca y el embotellador están invirtiendo unos 177 millones de euros en nuestro país en la nueva campaña de
imagen (una forma de limpliarla tras el ERE) y en apoyar la hostelería, pero Asenjo pide que "cuide más a los empleados y sus derechos". Además, de estos 177 millones no se ha destinado nada a Fuenlabrada: no hay carga de trabajo y los trabajadores están vigilados, como reflejó un
informe de la Inspección de Trabajo, por lo que no se cumple el proyecto industrial (convertirse en un COIL) incluido en la sentencia.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com