Paul Tobin, Javier Ayuso, Carlos Torres y Francisco González (FG)
Cambios de enjundia, tanto por parte del juez, Joaquín Elías Gaeda, como del fiscal, Alejandro Cabaleiro. Todo tras la declaración de la colaboradora principal de Julio Corrochano, exjefe de Seguridad del banco durante el periodo FG, es decir, de Inés Díaz Ochagavía. Por cierto, doña Inés había acudido a declarar a petición propia, pero le ha servido de poco.
Y esto porque tanto el juez sustituto de Manuel García-Castellón (ojo, sustituto, no de simple refuerzo) como el fiscal Cabaleiro se encontraron con muchas sorpresas en la declaración de Díaz Ochagavía. La mayor de todas, según fuentes jurídicas, no ha trascendido a los medios con la intensidad debida.
El juez Gadea y el fiscal Cabaleiro han reactivado el caso Villarejo-BBVA ante la curiosa declaración de Díaz Ochagavía, una de las responsables de Seguridad del banco
En definitiva, la investigación se ha centrado ahora en la cuenta en la nube de BBVA para Cenit. Y entonces va la señora Díaz y asegura que el portavoz del banco, Paul Tobin, figura como administrador de la cuenta.
El asombro de juez y fiscal crece cuando doña Inés asegura que FG sí tenía acceso a la cuenta mientras Carlos Torres, actual presidente, no. O al menos no le consta. Es más, otros directivos sí tenían acceso a la Nube-Villarejo.
Según Díaz Ochagavía, FG tenía acceso a la cuenta, pero Carlos Torres no le consta
Carlos Torres quedaría a salvo, pero la extrañeza continúa: ¿un jefe de prensa, administrador de una cuenta? En principio suena raro. Máxime cuando Javier Ayuso, portavoz del banco hasta 2009, se puso a disposición del juez desde el primer momento para evitarse problemas, y más cuando lo más llamativo de la pieza novena del Caso Villarejo, la del BBVA, es que el trabajo más intenso -y también más chapuzas- del famoso comisario para el BBVA consistió en grabar a periodistas… y no entender nada de lo que decían.
Además, el nuevo presidente de BBVA ha prescindido de algunos de los más directos colaboradores de FG, pero no de su responsable de comunicación, Paul Tobin.
Todo resulta tan extraño…