Los Fernández y Fernández, adalides del Nuevo Orden Mundial
Según informa Notivida, en Argentina, la comisión de Asuntos Constitucionales despachó los proyectos que pretenden otorgarle jerarquía constitucional a la Convención de Belem do Pará, el tratado internacional ‘top’ del feminismo abortista americano ya que, entre otras cosas, introdujo en la legislación regional el concepto de “género”. El asunto fue derivado a la comisión Banca de la Mujer que podría darle dictamen próximamente.
La Convención de Belem do Pará fue aprobada durante una Asamblea de la OEA realizada en esa ciudad de Brasil, el 9 de junio de 1994.
Hace tres años cuando los Diputados debatían sobre el aborto, viajó para impulsar su legalización la venezolana Luz Patricia Mejía que expuso en calidad de Secretaria Técnica del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI). Decía Mejía entonces que el derecho a la vida, no obstante su importancia, admite “restricciones y limitaciones”, que “no es un derecho absoluto”. Agregó que la Convención de Belem do Pará no sólo no prohíbe el aborto sino que en el caso del derecho a la vida “la protección sobre los derechos de las mujeres prevalece incluso cuando pudiera entrar en conflicto con la protección del llamado nasciturus”.
El MESEVIC que Mejía integra ha sido copado desde su creación en el año 2005 por activistas de la “cultura de la muerte” y en esa línea van sus recomendaciones. Así, por ejemplo, en el 2019 el Comité le recriminó ilegítimamente a Argentina no haberle hecho un aborto a la menor que dio a luz a Faustina, la beba que sobrevivió 10 días tras la cesárea practicada en Tucumán.
Ese Comité trabaja junto a una red de organizaciones integrada entre otros por: Human Rights Watch (HRW), Fundación Mujeres en Igualdad (MEI), Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM), Católicas por el Derecho de Decidir (CDD) y Amnistía Internacional (AI).
De esta manera, la Argentina sigue despeñándose moralmente -recordemos que ya ha aprobado el aborto- con el presidente Alberto Fernández y con la vicepresidenta Cristina Fernández…