- Emprende otra ampliación para convertir deuda por acciones que consolida al fondo Fore como primer accionista (10,72%).
- La tecnológica vive un agónico periplo en bolsa: las acciones, a 0,65 euros hace seis meses, valen ahora 0,1 euros.
- La crisis de Amper, que viene de lejos, es la misma que vive en España el sector de los proveedores de telecos.
La situación de
Amper es complicada. Tanto, que en diciembre de hace dos años
solicitó el preconcurso de acreedores para evitar la quiebra, pero no llegó al concurso por un acuerdo con la banca. Y a eso se une el culebrón para reestructurar la deuda que ha protagonizado los últimos dos años, al que se añade otro apéndice este martes: ha comunicado a la CNMV que
capitaliza deuda por 27,72 millones, que equivalen al 7,83% del capital.
En el
comunicado a la CNMV explica, básicamente, de la decisión del Consejo de Administración de ejecutar una parte de la ampliación de capital para compensar créditos dentro de su proceso de refinanciación.
Y en ese proceso en el que juega también la
tela en bolsa. Si el viento es favorable, se dispara, como sucedió con la
montaña rusa de mayo. Ahora bien, por lo mismo, puede bajar ininterrumpidamente, como ha sucedido desde entonces. Las acciones, que cotizaban entonces a 0,65 euros, lo hacen ahora a 0,1 euros.
La conversión de deuda en acciones que anuncia este este martes (en euros, 110,4 millones), consolida al fondo
Fore Multi Strategy Master como primer accionista. Ya tenía el 4,52% y pasa a tener ahora el 10,72%. El otro implicado es
BNP Paribas, que asume, con igual fórmula, un 0,72% del capital.
Con gran peso en capital de Amper, después del fondo Fore, están
Fincas Bizkaia y el presidente de la compañía,
Jaime Espinosa de los Monteros (
en la imagen).
Ahora bien, el proceso de conversión de deuda en acciones no ha terminado. De hecho, el importe convertido ahora supone el 25% del total que Amper tiene previsto capitalizar. Las nuevas acciones, 46,24 millones, comenzarán a cotizar, según los plazos de Amper, el próximo 31 de marzo.
Y tampoco han terminado los problemas de fondo que arrastra Amper, que no se explican por periodos cortos. Vienen de lejos y están en la médula de la progresiva pérdida de cuotas y de negocio en el sector de los proveedores de telecomunicaciones. Y Amper, como
Ezentis o
Tecnocom, no son ajenos a ese proceso. A Amper, además, se une el
culebrón de la deuda que ha protagonizado los dos últimos años.
En marzo de 2015 llegó a un acuerdo con la banca para refinanciar 120 millones de euros, de los cuales 90 millones se convertirían en 185 millones de acciones de Amper por valor de 0,05 euros cada una. Los otros 30 millones de euros se mantendrían como préstamo garantizado.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com