• El equipo de Gobierno aprueba moción para que la localidad pase a formar parte de la Red de Municipios por un Estado laico.
  • Insisten en que apoyar la laicidad del Estado no va en contra de la libertad religiosa… pero no es más que otro ataque a los católicos.
  • Entre otras cosas, quieren sacar la religión de la escuela: esto atenta contra el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones.
  • Proponen que el Estado reclame la titularidad de los bienes inmatriculados de la Iglesia. Aunque partidos, ONGs, mezquitas o sinagogas tampoco pagan IBI.
  • Y también que símbolos religiosos solo estén en espacios de culto o en edificios y monumentos sí forman parte de su estética.
En el pleno ordinario celebrado en mayo, Alcázar de San Juan (Ciudad Real) se erigió contra todo lo católico en público, en pro de la laicidad y la igualdad entre confesiones religiosas. Sin embargo, no es más que otro ataque a los católicos, como los que, tristemente, ya hemos visto en Lalín (Lugo) o Callosa de Segura (Alicante). El equipo de Gobierno formado por PSOE e IU-Ganemos y que lidera la socialista Rosa Melchor (en la imagen) aprobó una moción para que la localidad ciudadrealeña pase a formar parte de la Red de Municipios por un Estado laico. Dicha red está impulsada por Europa Laica. Así, insisten en apoyar la laicidad del Estado y señalan que eso no va contra la libertad religiosa, pero hay contradicciones… no es más que otro ataque a los católicos. En la moción, se recoge que: "Las convicciones de conciencia, religiosas, agnósticas o ateas son asunto privado, del fuero interno de cada persona, de libertad individual. Cada persona es titular del derecho de libertad ideológica y religiosa. Pero el ejercicio de la libertad de conciencia y religiosa tiene una trascendencia pública insoslayable. El hecho religioso contiene dimensiones públicas, sociales, culturales y políticas. Por ello exige una política con opciones y propuestas consecuentes, proporcionando garantías y regulando su ejercicio de manera constitucionalmente adecuada". A la vista del texto, conviene subrayar que la religión católica se tiene que vivir en comunidad, por eso es más que algo del fuero interno. Pero el creyente tiene derecho a la libertad ideológica y religiosa, por tanto a vivir y demostrar su fe en público. Resulta un tanto absurdo que después de que la Constitución se aprobara en 1978, ahora haya que hacer una política "proporcionando garantías y regulando el ejercicio de manera constitucionalmente adecuada". Es otro invento de la izquierda contra los católicos, aunque no tienen la misma actitud con los musulmanes, por ejemplo. Entre otros aspectos, la moción de laicidad recoge que quieren sacar la religión de la escuela, tanto del currículo como del horario escolar. Pero esto atenta contra el derecho que tienen los padres a educar a sus hijos según sus convicciones, recogido en el artículo 27 de la Constitución. También proponen que el Estado reclame la titularidad de los bienes que desde 1998 han sido inmatriculados en favor de la Iglesia. Claro que la izquierda olvida que partidos políticos, entidades sin ánimo de lucro (ONGs, fundaciones…), mezquitas, sinagogas, etc. tampoco pagan el IBI. ¿La izquierda tendría el valor de pedir el IBI a la comunidad musulmana por la mezquita de la M-30? Por supuesto que no. ¿Y de pagar el IBI de sus sedes? Mucho menos. Asimismo, PSOE e IU-Ganemos apuestan por que los símbolos religiosos solo estén en espacios de culto o en edificios y monumentos si forman parte de su estética. También quieren que no estén presentes en las tomas de posesión o promesas del cargo y que estas sólo se hagan ante un ejemplar de la Constitución. Cómo no, denuncian los Acuerdos de 1979 firmados entre España y la Santa Sede. También quieren que se dicten criterios de actuación para las autoridades públicas en actos religiosos y que se imponga lo civil con actos "in memoriam" en catástrofes, homenajes, fallecimiento de personalidades, atentados… Claro que esta moción de laicidad tiene sus orígenes en las bases del acuerdo que firmaron PSOE e IU-Ganemos en junio del año pasado, que otorgó la Alcaldía a la socialista Rosa Melchor. En su punto 45, decía: "Cumplimiento del precepto de neutralidad religiosa y laicidad en las intervenciones y los espacios públicos". Ante este escenario, no es de extrañar que el párroco de Alcázar de San Juan señalara en la última festividad del Corpus Christi que la de este año sería la última en la que se podrían ver los altares en las calles de la localidad… Es religión católica, pero también tradición. ¿Para qué tanta igualdad de religiones en España? Recuerden que en los países árabes no hay reciprocidad, por ejemplo, en Arabia Saudí se castiga tener una Biblia. La izquierda debería centrarse en cosas importantes y parar de atacar a los católicos en nuestro país con su excesivo abanderamiento de la laicidad. Cristina Martín cristina@hispanidad.com