• De momento, sufre en bolsa la rebaja del 11% en las tarifas, que mermará los ingresos en 850 millones.
  • Para el Sabadell, tiene "una estructura más propia de un ministerio que de una compañía privada".
  • AENA ha subido ya un 131% desde que se salió a bolsa pero depende de un negocio regulado.
  • La empresa se fía al aumento de pasajeros, pero también dependen del Brexit o el precio del crudo.
Rajoy ha despejado ya la duda sobre la rebaja de las tasas aeroportuarias -sensible para las cuentas de AENA- con el argumento de que ayudará a la competitividad de los aeropuertos y al turismo, del que depende un 11% del PIB español. El eco ha llegado a la bolsa, como es lógico (el valor cae con un Ibex al alza). Las tarifas, que bajarán un 11% hasta 2021 -la medida será aprobada esta semana por el Consejo de Ministros-, supone un recorte de 850 en los ingresos de la compañía que preside José Manuel Vargas (en la imagen). No es una rebaja descabellada, teniendo en cuenta que las tarifas subieron un 68% entre 2010 y 2013, y está en línea con lo que había pedido la CNMC (2,02%). Eso explica que a falta del dato concreto, el valor ya lo había descontado. En general, los analistas (Bankinter, Credit Suisse o Sabadell) desdramatizan el impacto real de esa rebaja en los resultados  por las expectativas del creciente número de vuelos y pasajeros, pero ha sido el departamento de análisis del Sabadell el que ha ido más lejos. A través de un elaborado estudio, concluye que el "principal hándicap" para AENA es que el Estado controle el 51%, lo que condiciona su rentabilidad al "maximizar la utilidad pública (aumento del flujo de pasajeros y del turismo)". Destaca el lastre que supone que AENA esté regulada por la normativa de las Administraciones Públicas, "lo que la lleva a una estructura más propia de un Ministerio que de una compañía privada", y eso limita "las capacidades operativas de la compañía" (en el ajuste salarial o la agilidad estratégica). Para otros analistas, las sombras que llegan AENA se medirán en el impacto que puede tener el Brexit o el poco relieve de su negocio internacional. Como consecuencia de todo ello, los analistas se han puesto en guardia frente al valor, que ha más que duplicado su valor desde que se estrenó en bolsa ( 131%) y podría sufrir un mal de altura. Para el Sabadell, por ejemplo, cotiza 10 euros por encima de su valor. Para ello tiene en cuenta los propios riesgos que pesan sobre la compañía: la subida de los precios del petróleo, el impacto de la salida británica del euro o del terrorismo en el tráfico aéreo o en el hecho de lo riesgos políticos por ser un negocio regulado por el Estado. Y a todo eso es a lo que hay que añadir el efecto sobre las cuentas del recorte de la tarifa un 2,2% anual hasta 2021. Los analistas de Credit Suisse, por ejemplo, calculan que cada 1% de rebaja de la tarifa provoca un impacto negativo en los beneficios del 1,78%. Rafael Esparza